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Continuar con el tratamiento o contagiarse de Covid-19. Ese fue el dilema que llevó a muchas personas a suspender o aplazar sus tratamientos de enfermedades crónicas durante el pico de la pandemia en Barranquilla, los meses de mayo, junio y julio, y que hoy le pasa factura a algunos mientras las autoridades hacen un llamado a retomar los programas de dichas patologías.

El secretario distrital de Salud, Humberto Mendoza, explicó que el llamado que hacen es por patologías crónicas como diabetes, hipertensión arterial, enfermedad pulmonar, cáncer, VIH, mujeres en control prenatal y pacientes que tienen pendiente cirugías cardiovasculares, entre otras, ya que al retomar los tratamientos llegan descompensados y, en algunas ocasiones, terminan necesitando una unidad de cuidados intensivos (UCI).

'Lo que estamos viendo es que estos pacientes por la desatención o el aplazamiento durante los meses de mayo, junio y julio –producto de la pandemia– están llegando descompensados', dijo.

Aunque no tiene un estudio técnico sobre qué porcentaje de pacientes dejó de recibir su tratamiento, Mendoza aseguró que la inasistencia fue 'altísima' pese a que las EPS tenían la obligación de prestar el servicio de manera domiciliaria y que solo hasta el mes de agosto –cuando las cifras de coronavirus en la ciudad se fueron normalizando poco a poco– comenzaron a volver.

'El retorno a la atención en septiembre, octubre y noviembre aunque ha sido bueno, sigue siendo preocupante para el control prenatal, para la diabetes, la hipertensión arterial y el cáncer', dijo el secretario.

Indicó que aún falta un porcentaje menor del 30% para retomar sus programas especiales de patologías crónicas no transmisibles.

Estado de las UCI. Humberto Mendoza explicó que el retorno de estos pacientes durante los meses de septiembre, octubre y noviembre –luego de tener varios meses sin chequear su estado de salud– ha hecho que algunos deban ser remitidos a las UCI por el deterioro que presentan en su salud.

Aseguró que el incremento de uso de camas de cuidados intensivos para pacientes no covid en los últimos meses ha sido del 20%, 23% y 24%, respectivamente.

Dio a conocer que los prestadores de salud y EPS han retomado las atenciones presenciales y que se han encargado de llamar uno a uno a las personas de sus bases de datos para recordarles y agendar citas, pero han hecho caso omiso.

'Están recibiendo los mensajes, están recibiendo los llamados, pero no están cumpliendo las citas de las ecografías, de las citologías, necesitamos que lleven a los niños a vacunar para que cumplan los esquemas', dijo.

Mendoza también aseguró que las instituciones de salud tienen activos sus protocolos de bioseguridad en las áreas covid y no covid, esta última donde estarían siendo atendidos; sin embargo, reconoció que el riesgo es latente porque el virus está circulando y nadie está exento de padecerlo.

Por esta razón, pidió asistir bajo todos los autocuidados como el uso permanente de tapabocas cubriendo nariz y boca, lavado constante de manos y distanciamiento social.