El ruego de Nueva Colombia por más ayudas
Más de 400 personas, entre niños, jóvenes y adultos mayores se alimentan gracias a las donaciones que realizan los barranquilleros. Hacen un llamado al Gobierno por más ayudas.
Dos calderos y dos ollas grandes han sido el “salvavidas” de las 350 familias que según el censo realizado por la comunidad del barrio Nueva Colombia, en Barranquilla, resultaron afectadas por la ola invernal, y que a día de hoy han podido beneficiarse de una olla comunitaria que se ha habilitado en la zona afectada.
Mientras pela unas papas para terminar de preparar el almuerzo que beneficiará a más de 400 personas, entre niños, jóvenes y adultos, Miriam Lozano, trata de no recordar los difíciles momentos que vivió junto a sus vecinos la noche del pasado 7 de noviembre, en donde por un movimiento de remoción en masa su vivienda colapsó y lo perdió todo.
“Ahora mismo estoy donde un sobrino que me dio posada aquí mismo en el barrio, y como siempre me ha gustado servirle a los demás, por eso hago parte de las mujeres voluntarias que nos encargamos de preparar la comida para los vecinos que lo perdieron todo. Con esto uno también se olvida un poco del suceso y ocupa la mente en otras cosas”, expresó la mujer de 68 años, mientras salen de sus ojos algunas lágrimas.
La entrega de los desayunos empieza a eso de las 8:00 u 8:30, dependiendo qué tanto hayan donado otros vecinos o barranquilleros solidarios que cada cierto tiempo llegan hasta esta zona, y cual sea el menú. Por lo general, se reparten huevos con pan y chocolate.
“Repartimos hasta donde nos alcance, a diario son más de 400 personas las que se benefician de estos alimentos. Los preparamos con mucho amor y con lo que nos donen esos corazones solidarios que han llegado hasta acá, si bien es cierto las ayudas que dieron las autoridades fueron solo los primeros días, de resto quedamos abandonados otra vez”, detalló Graciela Jiménez, voluntaria en la olla comunitaria.
Para los almuerzos, suelen preparar sopas acompañadas de arroz y agua con panela; sin embargo, en los últimos dos días el menú ha variado con granos y carnes, donados por empresas privadas y tenderos del barrio. A eso de las 12:30 del mediodía los niños son los primeros en llegar a hacer la fila, con sus platos y vasos en mano, intentan resguardarse del sol en las terrazas y así esperar el llamado para servir.
“Hemos podido alimentar a estas personas con lo que nos han donado, sin embargo, ya se está acabando la comida, tenemos solo para dos días más, y de ahí, esperar a que Dios haga su obra”, reveló Graciela.
Las organizadoras hicieron un llamado al Gobierno nacional, al Distrital y a la comunidad para que envíen con urgencias más ayudas para continuar con las ollas comunitarias.
Un panorama similar se vive en el albergue temporal ubicado en este sector, el cual es la sede de la Junta de Acción Comunal. Este espacio es habitado actualmente por 55 personas, de los cuales 35 son niños en edades entre 8 meses y 12 años. También sobreviven por las ayudas y donaciones que han recibido de particulares.
“Estamos aquí esperando una respuesta o solución definitiva, se han entregado subsidios pero a personas que no están tan urgidos como nosotros que no tenemos familiares o amigos a dónde ir. Hay mucha gente que se ha colado en esos subsidios y le quitan el cupo a quienes de verdad lo necesitan”, manifestó una de las damnificadas de Nueva Colombia y quien prefirió no revelar su nombre por seguridad.
De acuerdo con el jefe de la Oficina de Atención de Desastres del Distrito, Edgardo Saucedo, en total se dispusieron de 514 auxilios a las cabeza de familia beneficiadas con un primer pago, el cual permitirá facilitar una salida al problema de vivienda que se dio por causa de los deslizamientos, en algunos casos, y por inundaciones y corrientes súbitas, en otras emergencias.
En el caso de Nueva Colombia son aproximadamente 350 familias que se vieron afectadas por la destrucción de sus casas, y que hacen parte de esta estrategia de solución momentánea, que contempla recursos que oscilan entre 250 mil y 350 pesos. Además, se han entregado mercados y kits de aseos, como parte de ayudas humanitarias.
Por su parte, el secretario de Gestión Social del Distrito, Santiago Vásquez, explicó que desde esta dependencia se han realizado jornadas de ‘Gestión social a tu barrio’ en esta zona afectada, lo que implica además la atención a la primera infancia, inscripción en programas de adulto mayor, revisar quiénes están priorizados para programas de familias en acción y también jornadas de recreación a los niños.
“Hemos brindado un apoyo a estas comunidades, enlazados con la Oficina de Gestión del Riesgo y con el fin de poder dar ese acompañamiento a las familias damnificadas”, dijo el funcionario.
