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Electricaribe es la empresa comercializadora de energía con cortes más prolongados de Colombia y la segunda con interrupciones más frecuentes, según lo reveló un informe de calidad de la Superintendencia de Servicios Públicos y Domiciliarios, Superservicios.

De acuerdo con el análisis, la firma que presta el servicio en la Región Caribe registra en promedio 96 horas interrumpidas al año por usuario (cifras de 2016). Es decir que cada cliente de Electricaribe sufrió en promedio cuatro días acumulados al año sin el suministro.

El promedio nacional está fijado en máximo 38 horas al año, límite en el que solo están por debajo once firmas del país. Entre esas, la Compañía de Electricidad de Tuluá, con tres horas de cortes al año por usuario.

Con esto, los departamentos de la Costa se acercan a los niveles de países del Medio Oriente y Norte de África, si se comparan los resultados con los del Doing Business Getting Electricity del Banco Mundial. Mientras tanto, departamentos como Valle del Cauca, Quindío, Antioquia, Boyacá, Risaralda y Meta, así como ciudades como Cali y Bogotá, están por encima del promedio de América Latina (ver tabla).

De acuerdo con la Superservicios, esta diferencia es 'preocupante' porque da cuenta de una 'brecha diametral' entre los servicios prestados. De un lado, destaca la entidad, 'están las bajas condiciones en que una parte de la población recibe la energía eléctrica, y del otro, los estándares de calidad logrados por las empresas que atienden al resto de la población'.

En cuanto a la frecuencia de los cortes, Electricaribe es la segunda firma con el peor rendimiento, listado que encabeza Enertolima. Los cortes de ambas empresas representan en promedio para los usuarios, una interrupción cada 4,6 días y cada 3,2 días, respectivamente.

La brecha

En el mapa se evidencia que el país está dividido en tres partes. Los 'peores servicios' están en la región roja, integrada por todos los departamentos de la Costa, Nariño, Caquetá, Cundinamarca, Tolima y Chocó, los cuales registran cortes de 55 a 100 horas durante 2016.

En la zona sombreada por verde, los departamentos con menos de 20 horas de interrupciones en total: Antioquia, Boyacá, Meta, Risaralda, Valle del Cauca y parte del Cauca.

Finalmente, un grupo coloreado de azul, únicamente compuesto por Caldas, Santander, Norte de Santander y otra parte del Cauca, los cuales se mantienen con promedios en un rango intermedio.

Las empresas que hacen parte del primer grupo (rojo) representan un 31% de la demanda en el país. El segundo (verde), un 56,3%, mientras que el tercero (azul) son solo un 9,4% nacional.

Lo anterior significa que la demanda 'se concentra en los extremos'. Por un lado, un 31% de la demanda colombiana sufre un promedio de 74 horas sin servicio acumuladas en el año por usuario. En otras palabras, los usuarios de este sector acumulan en promedio, alrededor de tres días al año sin flujo de energía.

Como contraste a esa situación, el grupo verde registra en promedio una 13 horas de interrupción.

Según la Super, esto se traduce en que un '56,33% de la demanda nacional experimenta en promedio, aproximadamente medio día acumulado de interrupciones de energía al año'.

El informe

El estudio –que se realiza por primera vez–analiza el comportamiento del servicio de 19 empresas del país, con el propósito de ilustrar a la comunidad acerca del panorama actual y la evolución de la prestación en términos de calidad. Lo anterior se realizó desde la perspectiva de los indicadores SADI –que mide duración de las interrupciones– y SAFI –que mide la frecuencia de las interrupciones–, definidos por el Instituto de Ingenieros Electricistas y Electrónicos.

Entre las conclusiones, la entidad destaca que existe una brecha significativa entre las diferentes regiones del país, lo que conlleva a que Colombia funcione a 'dos velocidades opuestas' en materia de calidad del servicio público domiciliario de energía eléctrica. Es decir, una parte del país se encuentra al nivel de las capitales latinoamericanas, mientras que en otras regiones el servicio está condiciones supremamente inferiores a ese promedio.

Además del SADI y SAFI, la Superservicios evalúa la calidad a través de otros dos indicadores: el Índice Trimestral Agrupado de la Discontinuidad (ITAD) y el Índice de Referencia Agrupado de la Discontinuidad.

A partir de estos, la Super concluye que la 'alarmante situación' es el resultado directo de la 'falta de monitoreo y seguimiento contundente a las interrupciones del servicio' por parte de algunas empresas.

La entidad expresa además que, para fortalecer la supervisión sobre la calidad del servicio de energía eléctrica en el país, es 'necesario implementar un sistema de monitoreo que le permita a la Delegatura de Energía y Gas Combustible vigilar de forma directa y en tiempo real las interrupciones en la red de todos los distribuidores de Colombia'.

Sobre el informe, la Superservicios aclara que diez distribuidores fueron excluidos del análisis por no cumplir con los requisitos necesarios para aplicar el Esquema de Incentivos y Compensaciones durante el año pasado.

Estas empresas representan aproximadamente el 3% de la demanda del sistema interconectado nacional, pero por no estar incluidas en el análisis, no existe certeza sobre cuál es la verdadera calidad del servicio que prestan. Los distribuidores en mención son los siguientes: Electrificadora del Huila, Empresa de Energía del Valle del Sibundoy, Empresa de Energía de Putumayo, Empresa de Energía de Arauca, Empresa de Energía del Casanare, Empresa de Energía Eléctrica del Departamento del Guaviare, Ruitoque, Empresas Municipales de Cartago, Empresa de Energía del Bajo Putumayo y Empresa Municipal de Energía Eléctrica.