El Heraldo
Barranquilla

El fin de semana apagaron 320 fiestas en Barranquilla

Las reuniones no solamente ocurrían en las cuadras de municipios y barrios del Atlántico sino también dentro de las residencias.

Con ley seca y toque de queda a bordo las autoridades aplicaron 753 comparendos e intervinieron 320 fiestas este fin de semana en Barranquilla. Las dos medidas amparadas en la cuarentena buscan frenar la curva ascendente de contagios por la COVID-19.

En la capital del Atlántico las cifras de las últimas semanas no son alentadoras. La administración distrital ha desplegado medidas, planes y contingencias para que la ciudadanía cumpla las normas, pero el reporte de la Policía Metropolitana de Barranquilla demuestra que muchos siguen incumpliendo, a pesar de la situación de salud pública ocasionada por una pandemia que ha cobrado más de 3 mil muertes en Colombia.

“Muchos de esos indisciplinados no creen en el virus porque no les ha tocado vivir esta difícil situación, piensan que los contagios son solo números”. Esa es parte de la conclusión que le deja a José David Rodríguez la muerte de dos seres queridos, su mamá y su abuela. Ambas fallecieron con sólo unos días de diferencia.

El diagnóstico de su mamá fue positivo para COVID-19. El de su abuela aún no se lo han entregado, dice que ella presentaba varios síntomas asociados al virus.

“Ellas estaban cumpliendo la cuarentena en casa, no sabemos dónde pudo ocurrir el contagio. Ojalá que su muerte sirva para que la gente tenga conciencia y empiece a creer en algo que de verdad está sucediendo”, dice.

Como si no fuera suficiente el dolor que ha tenido que soportar, ahora acompaña el proceso de recuperación de otro familiar, quien representa su figura paterna. Su papá “de crianza” se mantiene en una sala de observación, también esperando el resultado de la prueba. Sin embargo, en las últimas horas los médicos le informaron que podría ser remitido a la unidad de cuidados intensivos.

“Lo que estoy viviendo no quiero que más nadie lo viva. El resto de mis familiares siguen a la espera, No es justo que siga tanta gente en la calle ignorando la realidad, es la vida la que está en juego y depende del cuidado del otro que yo esté bien, de mi cuidado depende la salud del otro, es una cadena que hay que detener”, dice en medio de la angustia y la incertidumbre que lo embarga.

José David complementa su mensaje describiendo el escenario que se vive hoy en los centros hospitalarios. “Es tenebroso lo que se ve en la sala de observación, lo viví con mi mamá y mi abuela, ahora sigo siendo testigo con mi papá. El coronavirus es una realidad”, reitera.

¿Por qué se incumplen las normas?. Entre otras razones, por exceso de confianza. Eso dicen estudios en economía del comportamiento apoyados en fundamentos psicológicos.

El profesor de la Universidad Javeriana y psicólogo del comportamiento, Wilson López, analizó qué lleva a las personas a elegir alternativas que no siempre son las más atinadas.

En palabras de López, el exceso de confianza se ve representado actualmente en casos como la persona que salió una vez, se expuso al virus, no le pasó nada y por lo tanto vuelve a salir. Algunos dicen, por ejemplo: ¡A mí no me va a pasar nada porque eso es mentira o no es tan grave!, ¡salí y todo está bien, así que puedo volver a salir sin problema!, ¡el virus no me da a mí porque yo tengo buenas defensas y tomo bastante jengibre!

Además expone que el ser humano parece haberse convencido de que su especie goza de una superioridad racional que lo lleva a tomar las mejores decisiones según sus expectativas y se vanagloria de su capacidad para medir riesgos, costos, beneficios y tomar óptimas decisiones de forma ‘objetiva’. Sin embargo, el experto dice que “esta es una verdad a medias”.

Explica que, contrario a lo que algunos creen, las decisiones que toma el ser humano incluyen un componente importante de sesgos que explican la irracionalidad de algunos de sus comportamientos. En este caso actos que ponen en riesgo la salud de los demás y la propia.

Otra situación está relacionada con la toma de decisiones generada por la frecuente saturación de información. Por otro lado, están las constantes contradicciones de los líderes políticos y gobernantes, quienes generan confusión alrededor de las reglas que los ciudadanos deben seguir.

Por último, están las emociones. “Sabemos que las situaciones de crisis como la actual provocan el incremento de la ansiedad, la depresión, entre otros trastornos que explican las tomas de decisiones desafortunadas”, advierte el investigador, y dice que todos estos sesgos hacen que motivar el cumplimiento de las reglas sea mucho más difícil.

El análisis fue realizado por la revista Pesquisa de la Universidad Javeriana.

De puertas para afuera. “Esos 320 bailes intervenidos en Barranquilla este fin de semana no actúan en el vacío, sino en un contexto social, probablemente como un escape a la frustración. Están a expensas de ser sancionados y estigmatizados, pero aun así toman el riesgo”, dice el sociólogo Guillermo Mejía, quien sustenta sus argumentos en la cultura del hombre caribe, que por su propio contexto geográfico y sociocultural es un ser “de puertas para afuera”, al que el encierro lo afecta más que a nadie.

“El encierro en el barranquillero va acompañado de decaimiento anímico, ansiedad, intranquilidad y zozobra, cuya expresión paradójica, discordante e incompatible son las fiestas”.

Para Mejía, los fiesteros que fueron sorprendidos este fin de semana son “responsables, pero no culpables de lo que ocurre”.

Facebook
Twitter
Messenger
Whatsapp
Convierta a El Heraldo en su fuente de noticias
X
COMO REPORTAR A WASAPEA
1. Agrega a tu celular el número de Wasapea a EL HERALDO: +57 310 438 3838
2. Envía tus reportes, denuncias y opiniones a través de textos, fotografías y videos. Recuerda grabar y fotografiar los hechos horizontalmente.
3. EL HERALDO se encargará de hacer seguimiento a la información para luego publicarla en nuestros sitio web.
4. Recuerda que puedes enviarnos un video selfie relatándonos la situación.