El Heraldo
Foto Cortesía Luis Carlos Cabeza Jabba
Barranquilla

“Las sanciones han sido lo más duro”: el relato de un barranquillero en Moscú

Luis Carlos Cabeza Jabba contó a EL HERALDO su punto de vista respecto al conflicto entre Rusia y Ucrania que crece con el paso de los días.

La tensión es cada vez mayor  y según avanzan los días, se van recrudeciendo las hostilidades entre Rusia y Ucrania. A medida que la lucha se desarrolla en territorio ucraniano, dos versiones de la realidad que subyacen del conflicto miran a través de una profunda división, sin conceder ninguna verdad a la otra.

Cabe destacar que las raíces de la crisis entre ambos países son profundas y tienen una historia que se remonta a la Edad Media. Los actuales hostilidades militares despiertan el fantasma de la Guerra Fría y el trasfondo es la negativa rusa a aceptar el acercamiento de la OTAN y de la Unión Europea a la antigua república soviética, a la que Moscú considera parte de su identidad y de su espacio de influencia, y cuyo control juzga vital para su seguridad. 

La opinión más extendida en Occidente, es que Rusia siempre ha sido un Estado expansionista, y su actual presidente, Vladimir Putin, es la encarnación de esa ambición de construir un nuevo imperio ruso. El punto de vista opuesto argumenta que las preocupaciones de seguridad de Rusia son, de hecho, genuinas, y que los rusos consideran que la expansión de la OTAN hacia el este está dirigida contra su país.

Los bandos son divididos pues algunos optan por reconocer el actuar ruso y otros alaban la resistencia ucraniana. No obstante, un barranquillero en Rusia contó a EL HERALDO su percepción sobre la tensión que cubre a Rusia en algunas regiones con una mínima diferencia de kilómetros.

Luis Carlos Cabeza Jabba, de 37 años, reside en Moscú desde el 2018, año en que por primera vez visitó el país por el Mundial de Fútbol y por coincidencias del destino se topó con el amor de su vida.

Dejó Barranquilla en el 2013, año en el que se mudó a Panamá. Posteriormente emigró a Inglaterra en el 2015 y luego, en el 2017, se radicó en España, país al que frecuentemente regresa por asuntos laborales.

Afirma que tras las sanciones internacionales, aunque la gente pareciera estar tranquila, se siente cierta preocupación en las calles. “Hay una tranquilidad que hasta se ve sospechosa. Los rusos saben que están transitando un camino muy oscuro pero aun así lo transitan tranquilos porque ya lo han hecho antes”, agregó el barranquillero, quien es arquitecto e ingeniero civil y se dedica al área de bienes raíces.  

Asimismo, señaló Cabeza Jabba que su percepción cuando inició todo fue que la población rusa “ni se enteró de lo que estaba pasando; no le prestaron atención y algunos no lo ven como una guerra todavía. Esa fue mi percepción en ese momento, como si no fuera con ellos”, dijo a EL HERALDO. 

Yo como extranjero no puedo pagar con ApplePay, los comercios prefieren euros en efectivo, pero para comprar euros los bancos rusos cobran comisiones muy altas.

No obstante, el tiempo ha pasado y luego de transcurridos nueve días del conflicto la situación  en Rusia ha cambiado drásticamente a raíz de las sanciones económicas. “Las manifestaciones en Moscú empezaron el cuarto día. Ese día el metro no paró en la Plaza Pushkinskaya porque cerraron la estación “por seguridad” pero ya funciona como siempre, aunque el acceso a la Plaza Roja es muy limitada y desde ese entonces este lugar ha permanecido blindado”.

Explicó que uno de sus mayores problemas es el acceso limitado al pago con tarjeta en establecimientos comerciales porque, debido a las sanciones internacionales, los comercios prefieren efectivo en rublos o en euros.

“Yo como extranjero no puedo pagar con ApplePay.  Antes del conflicto, en Moscú los comercios e incluso los bancos rusos recibían euros. Si ahora quisiera comprar euros los bancos están cobrando desde el 10% hasta el 30% de comisión por cambio de divisa, cuando antes de las sanciones la comisión era 0% (es decir, no cobraban comisiones cuando un ruso con su cuenta en rublos sacaba euros de un cajero). Esto sucede porque el Banco Central Ruso, al tener la mitad sus activos exteriores congelados, (es decir, los ahorros del país en moneda euros y dólares que están confiscados), obligan a los demás bancos a cobrar comisiones de cambio de divisa altísimas para que obtener euros dentro del país sea menos asequible para los rusos promedios. En mi caso yo tengo una cuenta española, y puedo sacar euros sin la comisión de cambio de divisa, pero mi banco español si me cobra una pequeña comisión por sacar dinero en el exterior. Ahora bien, un problema es conseguir el cajero con euros, porque sé que parte de las medidas internas de los bancos rusos es no tener a disposición la cantidad de euros que antes había. Se encuentran pero limitado. La comisión de cambio de divisa cada día se actualiza con saltos cuánticos”, añadió.

Asimismo agregó: "hoy estuve en un restaurante, y no me aceptaron pagar con mi tarjeta extranjera, ni siquiera con mi tarjeta rusa, solo efectivo, incluso me aceptaron euros, y pagué con billetes en euros. Y esto sucede porque parte del cambio de actitud de los negocios es precisamente aceptar dinero en efectivo y que los bancos no reciban el dinero, ya que una de las medidas más esperadas es que se forme un corralito financiero, y eso es que los bancos le ponen límites a las personas para que no retiren más de una cantidad de dinero al día, para así evitar la descapitalización de los bancos y proteger la economía. Pero esta es una medida muy extrema, es como si el gobierno te obligara a hacer unos ahorros obligados porque aunque el dinero es tuyo, no dispones de su totalidad".

El barranquillero relató además que todo ha aumentado exponencialmente, al menos un 30% más. “Las sanciones económicas han sido lo más duro porque han tocado a toda la gente por igual. Conozco a rusos que ya se quieren ir del país. Cuando fueron anunciadas las sanciones, la gente comenzó a ir a los cajeros automáticos y sacaron su dinero para comprar oro”.

Agregó que aunque las manifestaciones son protagonizadas en su mayoría por personas jóvenes, también hay que destacar a personas de muy avanzada edad siendo el centro de las protestas. Ancianos que vivieron y padecieron como adultos la escasez de leche y carne en los años 80’ durante la última década de agonía de la economía y planificación soviética. “A raíz de esas protestas muchas personas han sido enviadas a la cárcel. Probablemente si me agarran en la Plaza Roja con un celular grabando me pueden deportar”, agregó a EL HERALDO.

Según su opinión, las sanciones pretenden sublevar a los rusos para que se alcen contra Putin. “Sucederá lo que sucedió hace unos días; meterán a la gente a la cárcel y esto va a terminar muy mal”, dijo el barranquillero.

No obstante, aseguró que de acuerdo a su percepción, los rusos lucen como personas felices. “Hablo de los que viven en Moscú y San Petersburgo. En los demás ciudades se vive una gran desigualdad social y económica”, expresó.

Pese al actual conflicto, Cabeza asegura que su opinión sobre vivir en Rusia no ha cambiado. “Rusia me ata porque tengo lazos muy fuertes con los rusos. Tengo muchos amigos aquí y he aprendido a conocerlos. Es muy doloroso lo que está pasando porque están viviendo una discriminación que no se merecen, al igual que existe la discriminación hacia los venezolanos. Hay sanciones absurdas y ridículas, porque no me explico qué culpa tiene un niño ruso de no poder ver una película como Batman, el ruso que será despedido porque su empresa se va de Rusia o la señora en España que tendrá que pagar la energía más cara. Porque estas sanciones afectan de manera recíproca. La gente rusa es muy buena y no todos piensan igual que el gobierno”, mencionó.

Asimismo sentenció que “la población en general sabe que Moscú no va a ser atacada como está siendo atacada Kiev porque eso sería un apocalipsis nuclear. Pero al mismo tiempo, hay nerviosismo, ya que la gente desconoce el verdadero alcance y objetivos del Gobierno ruso, lo que me lleva a pensar que la salida al conflicto será muy larga, las sanciones serán duraderas, incluso no descarto una economía en bloques, como sucedió durante la guerra fría pero con el capitalismo de común denominador. La gente se va a empobrecer y la calidad de vida empeorará”.

"Yo definitivamente no estoy de acuerdo con esta guerra; pienso que ha fallado la diplomacia, esta situación pudo evitarse pero Occidente hizo oídos sordos. El Gobierno ruso está usando los mismos métodos “con matices” que usó Estados Unidos para quitarle Texas a México, empezó una guerra “no declarada” como lo hizo la OTAN en Yugoslavia, se justifica de la misma forma cómo se hizo para invadir Iraq y justificará su ocupación de la misma manera que se justifica aún la guerra en Siria. Cómo vemos la OTAN también tiene sus pecados y el último ejemplo fue el final desastroso de Afganistán. Rusia jamás dejará que Ucrania sea parte de la OTAN y Occidente lo sabe; por eso partiendo de la eterna desconfianza histórica recíproca entre Rusia y Occidente, la solución pasa por crear un mapa nuevo de seguridad donde Ucrania sea declarada territorio neutral, se retome el desarme nuclear, se firme un pacto de no agresión entre Rusia y la OTAN, y que entre los dos bloques formen un presupuesto común para invertir en la recuperación y desarrollo de Ucrania, ya que ante todo prima la paz entre pueblos hermanos y la estabilidad global”, subrayó Cabeza Jabba.”, subrayó Cabeza Jabba.

 

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