Lo que no hizo la covid, lo hicieron nuestros hermanos: comerciantes
Los propietarios de la calle 72 piden que la protesta sea pacífica. Mobiliario urbano también resultó afectado.
Rabia e impotencia, silencio y lágrimas. Esas son las constantes expresiones de los propietarios de varios de los locales que fueron afectados, por segunda noche consecutiva, en los alrededores del estadio Romelio Martínez, tras los fuertes enfrentamientos y disturbios que se registraron entre un grupo de personas y miembros de la fuerza pública.
El panorama por la calle 72, la mañana de este viernes, es el mismo: personal de oficios varios limpiando, recogiendo vidrios y realizando reparaciones en los locales.
“Uno se ha esforzado muchísimo para lograr tener las cosas, no es justo que en menos de dos horas todo se vaya al piso. Lo que no nos hizo la pandemia, nos lo hicieron nuestros propios hermanos. ¿Dicen que la pandemia nos hizo mejores personas, pero con esto que veo lo pongo en duda?”, señaló Ángela Sarmiento, administradora de una compra y venta de la calle 72.
Este medio hizo un recorrido por la zona y evidenció que la entidad bancaria de la calle 72 con carrera 49 fue la que más resultó afectada. Allí no solo vandalizaron la fachada, sino que entraron y se llevaron parte de mobiliario, equipos electrónicos como computadores, teléfonos y cableados. En ese mismo punto, los dos cajeros electrónicos fueron dañados.
A parte de los locales comerciales afectados, los andenes, jardinerías y mobiliario urbano quedaron devastados. Los semáforos y señales de tránsito fueron reventados.
“Rompieron los andenes para usarlo como armas para atacar a la Policía. Eso no lo hace alguien en su sano juicio”, dijo un adulto mayor que se desplazaba por la zona.
Laura Flórez, administradora del local Bizantini, indicó que las dos jornadas de protesta han llevado a cerrar las puertas del local de forma anticipada, lo que ha afectado las ventas.
“Esta es una temporada muy buena para nosotros, porque es el mes de las madres. Es una situación bastante complicada, porque las ventas han bajado. Los clientes no quieren venir por el miedo de quedarse en medio del paro”, dijo.
Agregó que también hubo afectaciones a la infraestructura del local: “Reventaron los muros y los jardineles para tener piedras y poder lanzarles a los policías”.
Por su parte, Agustín Castro, uno de los vendedores ambulantes que se ubica en la calle 72, reiteró que las ventas han sido las principales afectadas por estas manifestaciones violentas.
“El miércoles solo vendí 10 mil pesos y eso solo alcanza para los transportes y el almuerzo. Normalmente yo vendo 50 mil pesos al día”, dijo.
El hombre indicó que la protesta es un derecho de los ciudadanos, pero que se debe ejercer de forma pacífica para evitar afectar al resto de la población.