¿Qué ocurre con la economía mundial? | Columna de Alejandro Reyes
Ahora bien, una desaceleración de la economía en el corto plazo, en este contexto, es saludable. Atajaría la inflación y encauzaría nuevamente el gasto en sendas sostenibles. Pero la tarea, como la de los relojeros, es de alta precisión, y el riesgo viene de ambos costados: muy poca respuesta de política puede desencadenar en un espiral inflacionario, pero mucha respuesta de política puede desencadenar en una marcada recesión. Y, por supuesto, no podemos olvidar que en el medio y largo plazo, tendremos que regresar a las políticas de oferta para recuperar el crecimiento potencial, especialmente en las economías latinoamericanas.