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Con el objetivo de preservar su valor patrimonial y garantizar la seguridad estructural, ha avanzado la rehabilitación integral del Teatro Amira de la Rosa, un bien de interés cultural que será transformado en un moderno centro cultural. Las obras, que se iniciaron el pasado 28 de junio, están diseñadas para cumplirse en un periodo de 36 meses, proyectando su entrega para junio de 2028.

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El arquitecto César Javier Núñez Adarraga, profesional especializado del Departamento de Construcciones y Adecuaciones de la Dirección General de Infraestructura del Banco de la República, explicó que luego de un largo proceso que requirió el Banco para aterrizar los diagnósticos del edificio y los diseños, se logró realizar la contratación de las firmas encargadas de ejecutar el proyecto.

Señaló que la ejecución está a cargo de la firma barranquillera Construtel S.A., mientras que la interventoría del proyecto está en manos de la firma Sopórtica, con sede en Medellín. Ambas compañías cuentan con equipos técnicos calificados que participaron en una fase previa de estudios y planeación.

JOSEFINA VILLARREALHERRERA

Asimismo, comentó que el proyecto contempla una intervención profunda que incluye reforzamiento estructural, actualización arquitectónica, restauración patrimonial, así como la adaptación funcional del inmueble, que ahora será sede también del nuevo Centro Cultural del Banco de la República.

“Será una intervención muy detallada, casi un arte de filigrana, que permitirá llevar el edificio a los estándares normativos y técnicos del 2025”, puntualizó Núñez.

También recordó que el Teatro Amira de la Rosa, cerrado desde el año 2016, es considerado patrimonio cultural de la ciudad y su restauración representa un paso clave en la recuperación del tejido cultural y arquitectónico de Barranquilla.

“Durante los primeros meses se han realizado análisis y estudios exhaustivos sobre las patologías presentes en la edificación, los cuales permitirán una ejecución más precisa y adecuada durante los siguientes 36 meses”, agregó.

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El arquitecto aseveró que la intervención contempla el cumplimiento de las normas sismorresistentes y del Plan Especial de Manejo y Protección (PEMP), en atención a su carácter patrimonial. Actualmente, el proyecto se encuentra en la fase de reforzamiento estructural, la cual incluye el desmantelamiento total del teatro: retiro de silletería, alfombras, ventanería y todos los elementos arquitectónicos que requieren renovación o restauración.

También remarcó que el proyecto tiene todos los permisos necesarios del Ministerio de Cultura, Patrimonio y Curaduría. Las intervenciones en el edificio están basadas en un Plan Especial de Manejo Patrimonial (PEMP), desarrollado entre 2020 y 2023.

Más sobre las obras

El ingeniero Héctor Consuegra, representante legal de la firma Construtel S.A., aseguró que uno de los desafíos más importantes es la rehabilitación de la icónica cubierta plegada del teatro. Según los estudios de patología estructural entregados previamente, si las condiciones encontradas durante la intervención coinciden con los diseños establecidos, se espera tener esta fase avanzada para finales de este año.

JOSEFINA VILLARREALHERRERALas alfombras que durante años adornaban el segundo piso del teatro serán reemplazadas.

“La obra es muy compleja porque no solo se trata de intervenir la estructura, sino de renovar completamente todas las redes técnicas del teatro: eléctrica, hidrosanitaria, mecánica, de aire acondicionado, iluminación y más”, explicó el equipo técnico a cargo del proyecto.

Además de la modernización física, el proyecto busca transformar el teatro en un verdadero centro cultural, con espacios complementarios que amplíen su uso y acceso al público.

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Consuegra declaró, además, que el plan de obra ha sido dividido en seis sectores de intervención para evitar afectaciones mayores en la estructura y garantizar su estabilidad durante el proceso. La intervención incluso llegará al nivel de cimentación mediante micropilotajes, un procedimiento técnico especializado que refuerza la base estructural del edificio.

“Con esta ambiciosa rehabilitación, Barranquilla se prepara para devolverle a su comunidad un espacio cultural renovado, seguro y adaptado a las exigencias contemporáneas, sin perder su esencia patrimonial”, expresó.

JOSEFINA VILLARREALHERRERALas alfombras que durante años adornaban el segundo piso del teatro serán reemplazadas.
JOSEFINA VILLARREALHERRERAAlgunos elementos han sido retirados del teatro, entre ellos los ductos del aire acondicionado.

Mayor sostenibilidad

En medio de tantas obras, el Banco de la República resaltó que para ellos es fundamental el cuidado del ecosistema, por lo que el proyecto no solo tendrá una intervención estructural y técnica, sino también un enfoque ambiental integral.

Este contempla un manejo paisajístico responsable. Toda la arborización existente en el complejo fue evaluada por un equipo de especialistas forestales, quienes determinaron cuáles árboles pueden conservarse y cuáles deben ser reubicados.

En cifras, se conservarán 127 árboles del total actual de 176, y se sembrarán 173 nuevos dentro del mismo predio para fortalecer la cobertura vegetal del entorno.

En total, el nuevo teatro contará con 313 árboles, integrados de forma armónica al diseño paisajístico.

Este enfoque está alineado con principios de bioclimática, buscando mitigar fenómenos como el efecto de isla de calor y mejorar las condiciones ambientales en todo el complejo cultural.

Donaciones importantes

Diego Restrepo, gerente del Banco de la República en Barranquilla, destacó que el compromiso es entregar un escenario de primer nivel para ponerlo al servicio de los barranquilleros y los atlanticenses. Además, mencionó que el Amira de la Rosa es un lugar de máxima importancia cultural para la ciudad.

El banco se ha comprometido con el teatro y con la cultura en general de Colombia, a través de museos, bibliotecas, y por supuesto este teatro no es indiferente. Tenemos el compromiso de entregar un gran escenario en el año 2028”, aseveró Restrepo.

Contó que, debido a la modernización que buscan darle al teatro, se están realizando donaciones de partes del mobiliario que aún se encuentran en buenas condiciones. Ocho instituciones culturales de la capital del Atlántico han sido beneficiadas, tales como: Asociación Cultural Onomá, Corporación Grupo de Teatro Arro’conmango, Fundación Luneta 50, Teatro Cabaret - Arte, Teatro y Cultura, Corporación Cultural La Estación de los Sueños, Asociación Cultural Ay Macondo, comunidades religiosas locales y Cofradía Teatral Fundación Cultural y Social.

Dario Moreu, director de la Fundación Cultural Ay Macondo, reconoció el gesto del banco tras donarles 100 sillas para mejorar las condiciones de su espacio de cultura.

“La dotación se encuentra relativamente en buen estado; sin embargo, actualmente estamos en el proceso de lavandería de los cojines, de asearlos y pintarlos. En general, todo está muy bien y es de gran apoyo”, puntualizó.