Compartir:

Retrasos significativos se han presentado en las obras de la segunda fase de la Gran Vía, el corredor vial que conecta a Barranquilla con el municipio de Puerto Colombia. Aunque inicialmente estaba previsto que el tramo estuviera listo para junio de este año, diversos factores han conllevado a modificaciones en el cronograma, lo que retrasaría su entrega por ocho meses más.

Diseños tardíos, dificultades económicas del contratista y contratiempos con los terrenos, sumados a los efectos de la temporada de lluvia, hacen parte de los hechos que han conllevado a demoras en el desarrollo de esta intervención.

Este reporte fue entregado por parte de la Gobernación del Atlántico, la cual también dio a conocer que esta vía hace parte de la red departamental: “La contratación de estas obras la ha hecho la empresa Edubar, de forma directa. Nosotros consideramos que el deprimido que se construye frente al centro comercial Le Champ debe quedar listo aproximadamente en tres meses”.

Lea también:Por obras en la Gran Vía y temporada de lluvias rutas de buses podrían ser modificadas

Desde la Gobernación se expuso que tan solo en diciembre del año anterior fueron entregados los diseños definitivos del deprimido vial por parte de la empresa Edubar, lo que limitó los avances en los trabajos, puesto que solo se ha podido adelantar excavaciones parciales debido a que se han enfrentado a un terreno rocoso que ha hecho las labores más complejas.

Se informó, además, que los trabajos de anclaje de muros y construcción de los puentes vehiculares y peatonales podrían quedar listos en el próximo semestre, por lo que el plazo total para finalizar las obras en esta fase se podría extender.

También se expuso que los frentes de obra activos incluyen la construcción de un boxculvert doble en la zona de la Olímpica, el cual ha sido diseñado para captar aguas lluvias entre los sectores de Le Champ y la Universidad del Atlántico.

Lea también: Intervienen accesos al puente sobre el arroyo León, en Caribe Verde

Al mismo tiempo se avanza en la excavación del deprimido, la perforación para instalar los anclajes de los muros y las pruebas hidráulicas de las tuberías en el lado sur, necesarias para continuar con la construcción del espacio público.

Problemas financieros

La Gobernación, en diálogo con EL HERALDO mencionó que uno de los reclamos frecuentes de la comunidad es la falta de personal en la obra, percepción que ha sido confirmada por el equipo técnico y la cual se ha presentado porque el contratista se queda sin recursos con rapidez.

“El contratista ha enfrentado constantes problemas financieros, lo que genera un avance intermitente. Según explican, tras recibir el pago de las actas de obra, el ritmo de trabajo aumenta por unos 15 a 20 días, pero luego se ralentiza al agotarse los recursos, lo que provoca semanas con una presencia mínima de trabajadores”, expuso la administración departamental.

Lea también: Mantenimiento programado en los circuitos Las Malvinas y San Martín impactará varios barrios de Barranquilla

Por tal razón, desde Edubar se viene adelantando un proceso sancionatorio para exigir al contratista que recupere el ritmo y cumpla con los plazos pactados.

En cuanto a los problemas de predios, que el año pasado había representado un obstáculo, las autoridades confirmaron que ya han sido resueltos mediante compras o expropiaciones, permitiendo habilitar todos los frentes de obra necesarios.

Es de anotar que otro factor que mantiene en suspenso el cronograma es la entrega del diseño del puente peatonal a la altura de la Universidad Libre, previsto para las próximas dos semanas. Una vez entregado, la construcción tomará entre seis y ocho meses.

Otros retos

El invierno sigue siendo uno de los retos más grandes. En ese sentido, la Gobernación expuso que las lluvias saturan los materiales, dificultan las obras de concreto rígido y obligan a buscar materiales secos en canteras alejadas.

“El contratista se ha comprometido a atender de inmediato las emergencias invernales, movilizando maquinaria apenas cesen las lluvias para evitar mayores impactos en la movilidad y los usuarios de la vía”, aseveró.

Finalmente, se afirmó que a pesar de los retrasos, hasta el momento no se ha solicitado una ampliación del presupuesto. Asimismo, las modificaciones al contrato se han manejado mediante ajustes internos, reasignando recursos entre ítems según las necesidades.

Sin embargo, las autoridades ya solicitaron al contratista un balance financiero para evaluar si será necesario gestionar recursos adicionales.