La remodelación del aeropuerto Ernesto Cortissoz que alcanza la tercera de las ocho etapas que contempla el proyecto está generando malestar entre las autoridades departamentales por el plan de inversión, la calidad de las obras y el retraso en las mismas.
El tema que fue debate en la Asamblea del Atlántico busca llamar la atención de los entes de control para que revisen los gastos y verifiquen que no haya irregularidades en la ejecución de las obras.
'La Contraloría dirá si hubo detrimento patrimonial porque la pregunta que nos hacemos es qué pasó y dónde se invirtieron los recursos', indicó la diputada y proponente del tema, Lourdes López.
La diputada expone que a los recursos iniciales del proyecto se le hicieron adiciones lo suficientemente rentables 'para construir un aeropuerto internacional a la altura de las grandes ciudades del mundo y acorde con el desarrollo de la capital del Atlántico'.
Además dijo que el techo del Cortissoz tiene moho producto de la humedad, que al muelle internacional le falta iluminación y que en esta zona solo está al servicio un baño.
'La ministra aseguró que el 98 % de las obras se recibió a satisfacción; sin embargo, lo que observamos es que no hay claridad y que hay una mayoría de ciudadanos que tampoco están conformes con esa terminal aérea', agregó.
Las expectativas, según el diputado Sergio Barraza, no se cumplieron y por el contrario terminaron decepcionando a los viajeros que esperaban una infraestructura competitiva y más atractiva.
'Este es supuestamente un aeropuerto internacional y resulta que hasta hoy todavía es incómodo transitarlo. En el muelle internacional hay callejoncitos donde a duras penas cabe una maleta. Es desagradable lo que ocurre en el aeropuerto', argumentó Barraza.