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Las obras de instalación de colchacreto (formaleta textil rellena de concreto) en 1.400 metros lineales de la ribera del Canal del Dique, en Santa Lucía, fueron terminadas.

Así lo informó Luis Eduardo Barrios, representante de la firma A Construir S.A., al indicar que se construyó la protección de talud con 50 mil metros cuadrados de colchacreto, unos 25 mil metros cúbicos de material y 50 mil metros cuadrados de geotextil.

Las obras tienen como propósito mitigar el riesgo de filtración de agua por la socavación en la ribera del complejo acuoso.

El ingeniero Barrios explicó que tras la terminación del proyecto, ahora les corresponde mantener la estabilidad de la obra.

El proyecto de protección del talud fue financiado con recursos del Fondo de Adaptación, entidad que planeó varias iniciativas para recuperar el Sur del Atlántico y proteger a las poblaciones ubicadas a orillas del Canal del Dique.

Los proyectos se hicieron tras la ruptura de la carretera paralela al Canal del Dique, entre los municipios de Calamar (Bolívar) y Santa Lucía (Atlántico), hecho ocurrido el 30 de noviembre de 2010.

La abertura de un boquete inundó el sur del Departamento y dejó a miles de personas damnificadas, que también fueron atendidas con recursos del Fondo de Adaptación.

En su momento el gobernador del Atlántico explicó que en esta obra se invirtieron $22.000 millones, por parte del mencionado fondo.

El Canal del Dique fue construido para la conexión del río Magdalena, desde Calamar (Bolívar) con Cartagena. Tiene una longitud aproximada de 113 kilómetros.

La obra de protección del talud es un complemento de los 34 kilómetros de terraplén que se construyeron en el sur del Atlántico, también con recursos del Fondo de Adaptación. Esta obra estuvo a cargo de las firmas Latinoamericana de Construcciones S.A., KMA Construcciones y Construcciones e Inversiones Beta S.A.S.

Para la construcción de este terraplén fue necesario traer un millón de metros cúbicos de médano fino (arena de río) desde Calamar (Bolívar), en 180 volquetas diarias.

La megaobra del terraplén de 34 kilómetros, que fue gestionada por la Gobernación del Atlántico, inicia en el Puente de Calamar (Bolívar), termina en el corregimiento de Villa Rosa (Repelón) y su función principal es proteger la vía dique de posibles filtraciones y rupturas.