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Tener como punto de partida una paleta de colores específica para decorar los espacios del hogar y no caer en saturaciones puede ser una labor difícil de realizar, sobre todo si somos principiantes.

La visual Stylist de BoConcept, Laura Gutiérrez, manifiesta que lo primero que se debe tener en cuenta es que existen colores cálidos y fríos, que son hallados dentro de la naturaleza. 

'En ella encontramos elementos que nos dan la sensación de calor o frío, y son estos mismos los que traducimos a colores, materiales y acabados para aplicarlos en los espacios y construir la atmósfera deseada. Los colores del fuego, del sol, la primavera y el verano, entre otros, nos recuerdan a los días cálidos, el calor de una fogata, y es ahí donde aparecen el rojo, el amarillo, el café y el naranja. Por otro lado, si pensamos en los elementos fríos de la naturaleza, encontraremos la nieve, la lluvia, la neblina, y con ellos el blanco, el gris y el negro, en fin. Esta es la forma más fácil de entender los códigos de la naturaleza para elegir a la hora de construir un ambiente'.

Por su parte, el diseñador de interiores Carlos Pinedo resalta que la paleta de tonos que se elija debe ser balanceada, acogedora y acorde a las telas de los muebles, los cuadros y los accesorios que se empleen, después de todo 'es el conjunto de elementos lo que hará que un espacio termine siendo acogedor'. 

Te digo algo extra

La visual ‘stylist’ Laura Gutiérrez especifica que para escoger una paleta de color fría o cálida, depende del gusto. Los colores fríos ayudan a construir espacios sobrios y sofisticados, mientras los cálidos le brindan al ambiente una atmósfera acogedora y romántica. 'También podemos lograr un balance combinando las dos paletas (fría y cálida), ayudándonos de los muebles y los colores en las paredes o en los accesorios'. Un estilo que acentúa las dos paletas es el que se utiliza tomando un color en sus diferentes tonalidades, materiales y acabados.