Caricatura del 19 de mayo de 2022.
La Registraduría Nacional del Estado Civil no tiene la competencia para escrutar. El primer escrutinio, es el más importante porque se hace con los votos, se verifica en audiencia pública, por un juez colegiado, integrado por 6 jurados en cada mesa de votación, en representación de la sociedad civil y del país político, si se recuentan los votos en una mesa no pueden ser recontados por la siguiente instancia de escrutinio.
O sea, que un fraude del Registrador para beneficiar a un enemigo político es más bien un disparate mental en un Estado kafkiano. En efecto, tal como lo ha manifestado este alto funcionario lo que hubo el 13 de marzo en las elecciones para Congreso de la República fueron graves irregularidades (algunas constituyen delitos) que están siendo investigadas por la Procuraduría y la Fiscalía, donde algunos jurados no contabilizaron unos votos que al final beneficiaría al partido de la oposición.
Las maquinarias del fraude. Tampoco es nuevo que en Colombia existe toda una estructura del crimen organizado alrededor de las votaciones, la compra y venta de votos a lo Merlano, cédulas de muertos que votaron durante décadas, con cédulas expedidas desde la registraduría, y toda una metodología del fraude ha existido y existe sin que realmente se haga nada al respecto.
Juan Manuel Galán denunció que entregan a los votantes tarjetones de la consulta del Equipo por Colombia.