El experimento muestra que la idea de conservar tejido testituclar inmaduro para ayudar a los niños que tuvieron cáncer a ser padres es creíble. Para las niñas, varios estudios se centran en el injerto de tejido ovárico.
El curioso hecho se presentó en una ciudad de Marruecos. El hombre fue notificado de su condición luego de realizarse unos exámenes por una lesión en su testículo.
El procedimiento se lleva a cabo en unidades móviles. En Barranquilla se estima que hay 90 mil especies sin hogar.