El coronel Benjamín Núñez, señalado de haber asesinado a tres jóvenes en Chochó, en hechos ocurridos el pasado de 25 julio, se entregó a las autoridades en el consulado de Colombia en México.
{"titulo":"Fiscalía imputará cargos a coronel Núñez por crimen en Chochó","enlace":"https://www.elheraldo.co/sucre/caso-chocho-imputaran-cargos-benjamin-nunez-por-crimen-en-sucre-935907"}
Según se ha podido conocer, el oficial viajará a Bogotá para vincularse formalmente al proceso.
Cabe recordar que el abogado defensor de Núñez denunció que el uniformado no se había entregado a la justicia por amenazas de muerte.
Tras ser golpeados en repetidas ocasiones, los jóvenes (dos de ellos estaban esposados) terminaron en el platón de la camioneta del patrullero Jesús Bolaño, a quien le indicaron los mandos superiores que encendiera las sirenas del vehículo y acelerara a fondo hasta la Fundación María Reina.
El coronel Benjamín Núñez, quien ya se encontraba en el sector conocido como el Cruce de la Muerte, también subió a la parte posterior del vehículo.
En el trayecto, según Isaac Castro, apoderado del uniformado, Bolaños desconocía cuántas personas se encontraban y lo que estaba sucediendo. Sin embargo, reconoce que escuchó una serie de detonaciones que, en su momento, pensó que eran piedras lanzadas por la comunidad.
{"titulo":"'Coronel Núñez se entregará cuando se garantice su seguridad': abogado","enlace":"https://www.elheraldo.co/sucre/caso-chocho-coronel-nunez-esta-dispuesto-entregarse-abogado-933563"}
Los 'ruidos' que escuchaba Bolaños correspondían –en realidad- al coronel Benjamín Núñez vaciando el cargador de su arma de dotación contra los jóvenes, que recibieron impactos de bala en la cabeza, en el tórax y miembros superiores inferior y superiores.
'A los sujetos los suben a la camioneta y luego nos llaman a nosotros y nos subimos. Cuando íbamos saliendo se montó el J3 (Benjamín Núñez) y otro compañero que no sé quién es. Cuando íbamos por una parte del camino le dio un disparo a uno de los sujetos, que ya estaba herido. Nosotros quedamos atónitos. No sabíamos qué hacer o qué decir. Luego él cogió y le dio otros dos tiros y también a los otros que estaban ahí. Nosotros no decíamos nada en el momento, estábamos callados y con miedo de alguna represalia del mando. La mirada de él (Núñez) fue suficiente para que no dijéramos nada o algo así', contó en diligencias de declaración un patrullero, del cual se desconoce su identidad.




















