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El siniestro de Ovejas, donde hasta los santos lloraron, cumple este 1° de febrero 71 años. Ante esto la Parroquia San Francisco de Asís, a cargo del sacerdote Edgar Salcedo Manjarrez, realizó una misa para honrar la memoria de quienes en el año 1.950 perdieron la vida en ese accidente.

El acto litúrgico que contó con el acompañamiento de algunos miembros de la administración municipal y de familiares y amigos de los fallecidos, se efectuó sobre la Troncal de Occidente, en un desvío que ya no es transitado y que se conoce como el sector de la santa o la virgencita por estar allí una gruta con la imagen de la Virgen del Carmen.

Aunque para muchas personas no ha sido del agrado que este sitio dejara de ser transitado, para el sacerdote Edgar Salcedo es todo lo contrario, pues eso le da la oportunidad de realizar celebraciones religiosas como la de esta mañana del lunes, en ese sitio tan memorable.

'Hoy en la memoria del corazón recordamos a aquellos hermanos y hermanas nuestras de Ovejas que perdieron la vida hace 71 en el siniestro de 1950. Nos reunimos en el lugar de los hechos para que la memoria histórica no se pierda', dijo el presbítero.

Agregó que este sitio será de peregrinación para reencontrarse en un sitio que evoca muchos recuerdos.

Cuenta la historia oral que una chiva de palo llamada La Cubita que cubría la ruta Sincelejo - Ovejas se volcó y se incendió a 2.5 kilómetros antes de llegar a su destino final (Ovejas) donde perdieron la vida un sinnúmero de personas que se calcinaron.

Los puestos o cupos de la chiva estaban todos copados y el techo cargado con alimentos y pimpinas con gasolina lo que aligeró el incendio que se registró un miércoles a las 2:00 de la tarde. A lo lejos, dicen quienes lo recuerdan, se escucharon varias explosiones y seguidamente parte del cielo ovejero se cubrió de una gran nube de humo, así mismo se empezó a percibir el olor a carne asada.

Entre las contadas personas que se salvaron estaba Medardo García, un invidente que en sus declaraciones siempre afirmó que en ese momento de desespero pudo ver y que de esa manera corrió para salvarse de las llamas.

Inspirado en lo sucedido Carlos Araque, quien perdió en el accidente a su gran amigo Rafael Gutiérrez, compuso una canción a la que tituló El siniestro de Ovejas y que fue grabada por los hermanos López en el año 1.969 en la voz de Jorge Oñate y en 1.998 la reeditó en ritmo de merengue el Binomio de Oro con la voz de Jean Carlos Centeno.

Con la dirección de Ernesto McCausland (q.e.p.d) se rodó la película El siniestro de Ovejas.