El Heraldo
Elida Barrios Coronel, docente de artística en la Institución Educativa Técnica ‘Francisco de Paula Santander’ del municipio de Galapa.
Sociedad

La huella que pinta una maestra en sus alumnos

Hoy se celebra el Día del Maestro en Colombia  Esta maestra logra cambiar la vida de sus jóvenes estudiantes enseñándoles con amor a través del arte como vehículo de transformación

Con un lápiz, Elida Barrios le dibuja a sus estudiantes un universo lleno de posibilidades, motivándolos cada día a superarse a sí mismos y preparándolos para la tarea más importante que enfrentarán: la vida.

Elida es una docente de artística que desde hace más de veinte años ha transformado la vida de niños y jóvenes que han pasado por sus salones de clase.

Desde hace ocho años llegó a la Institución Educativa Técnica ‘Francisco de Paula Santander’, ubicada en el municipio de Galapa, Atlántico, donde actualmente continúa ejerciendo con pasión su profesión.

Desde el inicio de su pregrado tuvo claro que no quería ser una maestra ‘convencional’ y se propuso dejar huella en cada estudiante al que tuviera la oportunidad de enseñar.

“No quise ser una profesora que se limita a enseñar la técnica o el concepto, sino que me gustó ir más allá y dejar una semilla en cada uno de los estudiantes que pasan por mi taller”, afirma Barrios.

Una vida llena de arte

La vida de Elida siempre ha estado rodeada de arte. Su sensibilidad y pasión por los colores, texturas, formas y la liberada manera de expresarse al mundo siempre la han caracterizado entre estudiantes, colegas docentes, amigos y familiares. 

Murales, cuadros y bocetos le dan un toque mágico al módulo tres del segundo piso del Francisco de Paula Santander, el colegio en el que da clases desde hace poco menos de una década.

Ahí se encuentran expuestas obras artísticas que han sido regaladas por parte de alumnos al terminar su secundaria como agradecimiento por aquellos momentos que compartieron en la institución.

“El estudiante cuando entra a este taller encuentra una rigurosidad y exigencia que siempre imparto, pero a la vez le agrada tanto este lugar que desea estar en todo momento en el taller. Aquí encuentra una parte muy amable, encuentran cariño y esa parte cálida que me representa”, sostiene Elida.

El amor ha sido clave en su método de enseñanza, ha recibido críticas por ser ‘maternal’, pero realmente no se deja afectar por ello. Elida busca “sembrar una semilla” en cada uno de los corazones que logra conocer, invitándolos siempre a hacer sus deberes con ese toque especial, el amor.

“Lo que yo les dejo a todos los estudiantes cuando terminan su camino por este taller es un granito de arena que se llama amor, los invito y les inculco que hagan su proyecto de vida con amor porque es lo que te hace ver las situaciones de una manera diferente”. 

 

Elida Barrios guiando a sus alumnos en la elaboración de un mural institucional.
Pintando corazones

A lo largo de su camino, Elida ha logrado pintar los corazones de jóvenes en las distintas escuelas del departamento donde ha ejercido su profesión. Sus principales cualidades no las pierde a la hora de convertirse en una guía.

Julio Villamil es un destacado exalumno de esta maestra. Fue tanta la huella que le dejó esta maestra durante los años de estudios, que al finalizar el bachillerato decidió continuar por este sendero y estudiar Artes Plásticas.

Actualmente, se encuentra en octavo semestre y se siente agradecido con su maestra por haberlo marcado en lo personal y académico.

“En mi vida como artista la maestra Elida influyó un noventa por ciento porque gracias a ella tomé la decisión de estudiar esta carrera y no me arrepiento. En lo personal reforzó mucho los valores que me hacen como persona, ella ha hecho muy bien su labor conmigo y con todos los estudiantes que hemos pasado por aquí”, afirmó Villamil.

Este joven galapero asegura que a pesar de los años no se olvida de su maestra y aún hoy le sigue dando consejos tanto en su vida personal como profesional.

“La seño Elida siempre ha sido una ‘madre’, han pasado ya cinco años desde que recibí grado de bachillerato y no me olvido de ella, particularmente vengo constante, la saludo, le muestro y me corrige dibujos o pinturas que esté realizando para la universidad”, sostuvo Villamil.

Cristian Suárez fue otro estudiante que también tuvo la oportunidad de ser orientado por esta maestra. Hoy en día es un joven bailarín, pintor, decorador y le agradece a las distintas maestras de arte que tuvo en su camino, entre ellas, Elida.

“Para mí Elida ha sido como una segunda mamá, en ella encontré un apoyo grande cuando fui su alumno y hoy en día, más de cinco años después, sus enseñanzas y consejos los sigo manteniendo presentes”, añadió Suarez.

Por otro lado, Antonio Carrillo Pretel, coordinador académico de la institución donde labora Barrios, expresa su opinión de esta docente en el ámbito laboral.

“Elida es una profesional de la educación que vibra con este proceso. Además de sus competencias laborales tiene unas excelentes competencias humanas y eso se puede ver en el trato con los estudiantes”, sugirió Carrillo.

Este coordinador dice que la educación necesita más personas como esta docente por su compromiso con los estudiantes.

“La educación necesita de personas como ella, que sientan que educar no es un trabajo cualquiera, sino un vibrar y sentirlo con el hecho de saber que le estás desarrollando las competencias a esos jóvenes”.
De igual manera, Carrillo “agradece” contar con una docente como Elida en la institución y espera que “ojalá tenga mucho tiempo el placer de ser el coordinador de una profesora tan buenas competencias”.

Julio Villamil, exalumno destacado de Elida Barrios.
Tareas pendientes

José Ignacio Jiménez, presidente de la Asociación de Educadores del Distrito de Barranquilla (Adeba), se refirió a las ‘tareas’ pendientes que aún tienen hoy con los educadores.

“La labor del maestro es la labor más importante, todo profesional primero debe pasar por el maestro, el docente se convierte en el padre, en el amigo, el psicólogo, entrenador y demás. El maestro es fundamental, pero lastimosamente no se está valorando el rol que tenemos en esta sociedad”, expresó.

Del mismo modo, afirma que “hay escuelas que aún no tienen los equipos necesarios para realizar un trabajo académico como es debido y eso hace que la labor del maestro se dificulte, al final se realiza porque la prioridad es la enseñanza de los estudiantes”.

Ignacio hace referencia al principal reto que tienen los educadores en esta sociedad.

“Nuestro reto en sí es entregar una sociedad educada porque una sociedad que se educa es una sociedad que se desarrolla, pero no siempre tenemos las mejores condiciones en las escuelas para realizar esta labor”.

 

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