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Hallar nuestro propósito en la tierra exige una búsqueda constante, una tarea que en algunos casos toma un largo tiempo, pero en otros, la revelación se da en un santiamén.

Álex Reyes Bedoya, docente de los grados 10 y 11 en la Escuela Normal Superior La Hacienda y en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús calle 74, hace 25 años lo encontró en el ejercicio de transmitir conocimientos a través de la Química.

'La verdad en mi pasado no me imaginé como maestro, pero entendí que esa era la voluntad de Dios. En la actualidad me encanta motivar a mis estudiantes a ser mejores personas cada día y aportar a su crecimiento personal'.

Hoy día, justo cuando el mundo ha cambiado a causa del nuevo coronavirus y la metodología de aprendizaje ha variado un poco, él, así como muchos docentes de Colombia, ha tenido que adentrarse en el mundo de la virtualidad para impartir sus clases.

'A pesar de la falta de equipos me ha ido bien. Adapté mi cuarto como un salón y desde ahí realizo mis clases sincrónicas con los estudiantes (...) ahora tengo para decir que de toda esta experiencia me deja un sinsabor el hecho de que si en la presencialidad, cuando terminaba una clase, muchas veces me cuestionaba en que si de verdad mis estudiantes estaban aprendiendo lo explicado, ahora desde la virtualidad me quedan serias dudas, sobre todo porque en estos momentos de adversidad estamos mirando mucho más hacia el ser que a lo cognitivo'.

Agrega que han sido cinco meses de trabajo duro, pero para él ha significado una alternativa didáctica en estos momentos de pandemia para la adopción de buenas prácticas educativas dentro del proceso de enseñanza—aprendizaje.

'Esta modalidad nos ha llevado a ser maestros que valoren mucho más a los estudiantes. Adicionalmente nos ha puesto en la tarea para llegar a ser más recursivos, creativos y tolerantes. Si me preguntan cómo veo la educación en medio de la situación actual, diría que la brecha es grande, eso sí en circunstancias particulares. Entre mayor es el estrato, menos problemas habrá (conectividad, plataformas, maestros con más facilidad para su capacitación, equipos), y entre más bajo es el estrato, habrá problemas gravísimos. Pienso que para mejorar la educación en estos momentos se debe tener una cultura tecnológica más sólida'.

Pese a todo, este medio no es tan nuevo para él. Hace dos años creó un canal de YouTube llamado Alexprofe, en el que cuenta con 7.540 suscriptores. Esta idea —según cuenta— emergió en medio de una de sus clases con un grupo de 11°.

'Recuerdo que un estudiante me hizo repetir la explicación que estaba dando por más de cinco veces porque no entendía. En ese momento tomé la decisión de grabar la clase y autoricé a uno de sus compañeros que la editara y se la reenviara. El alumno la editó y la montó a YouTube y en un momentico había conseguido más de 100 vistas, lo que motivó a ese grupo de estudiantes a grabar mis clases. Así nació AlexProfe'.

Sus videos solía rodarlos en el curso, pero ahora se ha visto obligado a trasladar su 'set' al interior de su hogar. Cada trabajo audiovisual, en el que asegura explicar con una metodología dinámica, creativa y lúdica, tiene una duración aproximada de 11 minutos. Por semana publica dos veces.

Reyes, que cuenta con 57 años, también es el autor de los libros ‘Saber hacer Química 1’ y ‘Saber hacer Química 2’, una experiencia que asegura haberle sido útil en su experiencia profesional.

'Un maestro con vocación debe escribir (...) Saber hacer 1 contiene todas las temáticas para un curso de décimo grado, teniendo en cuenta los lineamientos a seguir por el Ministerio de Educación de Colombia. Y Saber hacer 2 reúne las temáticas para un curso de undécimo grado. Los realicé en 2010 y cada año iba implementando nuevas estrategias para el aprendizaje de la Química. En el proceso me apoyaron La Escuela Normal Superior La Hacienda, el Colegio Del Sagrado Corazón (calle 74) y el IDPHU Campestre'.

Pero eso no es todo. Reyes, que es apasionado al fútbol y al gimnasio, también se ha puesto a la tarea de adaptar ciertos juegos como el dominó químico, el cubo químico, los cuentos y las historietas, con la finalidad de afianzar el aprendizaje de la Química. Es así como en sus clases ha podido aplicarlos, según la temática tratada, logrando que un gran número de estudiantes despierte interés por la asignatura.

Cree con convicción que 'la motivación y la dedicación son la base fundamental para la educación'.

 'Un maestro que no sea dedicado y no motive a sus estudiantes fracasa en su profesión. Esto es tan fundamental para mí que he participado en varias ocasiones en las Olimpiadas de Química con mis estudiantes a nivel nacional (Universidad Nacional y Universidad de Antioquia) y hemos obtenido seis medallas de oro en los últimos 10 años (cuatro con la Escuela Normal Superior La Hacienda y dos con el Colegio Del Sagrado Corazón calle 74)'.

Sueña con implementar videojuegos interactivos, con la finalidad de que sus estudiantes hagan uso de estos desde sus dispositivos, mientras aprenden sobre la materia. Entretanto sigue afianzando la idea de que la docencia integra pasión y creatividad, así que siendo fiel a esta concepción, no se queda tranquilo, por el contrario, se ha dedicado a buscar nuevas alternativas que sigan contribuyendo al aprendizaje de sus alumnos.