Practicarse un aborto no incrementa el riesgo de sufrir problemas de salud mental, pero tener un bebé sí, de acuerdo con un estudio.
La investigación de científicos daneses desacredita la noción de que interrumpir un embarazo puede desencadenar enfermedades mentales, y muestra que la depresión posparto es un factor de mayor relevancia.
El estudio incluyó a 365.550 adolescentes y mujeres que se sometieron a un aborto o tuvieron un parto por primera vez entre 1995 y el 2007. Los investigadores compararon la tasa de tratamiento por problemas mentales en mujeres antes y después de un primer aborto y las que tuvieron un bebé, y cerca de siete de cada 1.000 mujeres recibió asistencia por cuestiones de salud mental después del parto, comparado con cuatro de cada 1.000 antes del parto. AP