Colapso de vía Ciénaga-Barranquilla por erosión está latente: expertos
El jueves culminarán trabajos de enrocado de emergencia entre los kilómetros 18 y 19. Oleaje está a dos metros del talud de la carretera.
La amenaza está latente. El mar entre los kilómetros 18 y 19 dela vía Barranquilla - Ciénaga se torna peligroso y vuelve a generar temor entre los usuarios de la carretera.
El hecho de que el mar se asome sobre el asfalto llevó a la Ruta del Sol II –en su condición de concesionaria de la vía– a gastar unos $200 millones en obras de emergencia, consistentes en la colocación de más rocas para contener el ímpetu del agua.
Son aproximadamente 1.500 metros cúbicos de piedras los que se instalan, para lo cual se requieren 110 viajes para la obtención de este material que es adquirido en el municipio de Ciénaga.
Fabián Saumeth Pacheco, director de obras de la Concesión, aclaró que lo que se está haciendo es proteger el talud de la vía, pero no el embate de las olas.

Riesgo inminente
Advirtió el ingeniero que el riesgo de que la carretera colapse está ahí, y anotó que por ello se hace necesario que el Gobierno nacional haga una nueva intervención, la cual le costaría a la Nación unos 4.500 millones de pesos, obra que al decir de los expertos “es una necesidad”.
El ingeniero civil samario Nicolás Garrido señaló que aunque ya los viaductos que se construirán en los puntos criticos de la vía están aprobados por el Ministerio de Transporte, es urgente que se proteja la carretera cuanto antes puesto que el peligro de que colapse sigue vigente.
“La erosión no se detendrá y seguirá prolongándose con mayor intensidad hacia Barranquilla”, anotó.
Hoy el oleaje se encuentra a dos metros del talud de la vía, y por efectos de la brisa alcanza a mojar los vehículos que transitan.
El congresista atlanticense César Augusto Lorduy escribió en su cuenta de Twitter que “la erosión costera en el kilómetro 19 amenaza con cerrar la vía Ciénaga-Barranquilla”.
El representante a la Cámara hizo referencia a las inversiones que en el tiempo se han hecho en esta vía, aseverando que “en el 2014, 2016 y 2018 se les invirtieron decenas de miles de millones, y ahora proponen otros miles más”.
Los resultados no han sido los mejores, como salta a la vista.

Los enrocados
Desde el 2013 se viene evitando el colapso de la vía con un enrocado. En diciembre de ese año –siendo gobernador Luis Miguel Cotes– es cuando se plantea la intervención en este sentido.
En 2014 se realizó el primer tramo del enrocado (abscisas 19 +450 hasta la 19 + 780 metros).
Los entonces gobernadores del Magdalena, Luis Miguel Cotes, y del Atlántico, José Antonio Segebre, habían advertido que la solución estructural, pensando a 100 años, era construir un viaducto.
En 2016, y con Rosa Cotes como gobernadora del Magdalena, se ejecuta la segunda fase del enrocado entre las abscisas 19 + 135 hasta la 19 + 450.
En el año 2018 surge de nuevo la necesidad de seguir colocando protección con rocas, pues el 21 de abril el mar derribó una parte del talud, por tanto se requería proteger la vía.
Hoy vuelve a generarse la alerta entre el kilómetro 18 y 19, y nuevamente se requiere de rocas para evitar el cierre de la vía por causa del mar.