
Declaración de Uribe sobre rebajas de penas a Farc genera diferentes interpretaciones
Cerrar la posibilidad de participar en política a la guerrilla acabaría la negociación.
“Si hay que darles disminución de sentencia está bien, pero no impunidad ni elegibilidad política”, dijo el expresidente Álvaro Uribe Vélez en entrevista exclusiva a EL HERALDO, el martes en la noche, al referirse a los jefes de las Farc y a las negociaciones de La Habana, Cuba.
El exmandatario, duro crítico de este proceso, se refirió en concreto al caso los guerrilleros que hayan cometido delitos atroces, violaciones y casos de narcoterrorismo.
Estas declaraciones produjeron ayer diferentes interpretaciones. La politóloga Alexandra García, docente de Uninorte, dijo que lo dicho por Uribe le da la sensación de que en este “hay un cambio, como si estuviese menos extremo que antes” frente al proceso de paz, y dijo que parece que estuviera “moviéndose hacia el centro” en procura de recibir apoyo político de quienes son menos radicales ante las negociaciones.
Ómar Yepes, presidente del Partido Conservador, dijo que su colectividad fijó, meses atrás, una posición similar a la de Uribe. Indicó que si bien en una negociación hay que ceder y otorgar beneficios, como espacios políticos, y se deben tener “consideraciones especiales” en materia penal si se quiere llegar a un acuerdo, en relación con los crímenes de lesa humanidad “algún tipo de sanción tiene que haber” porque, entre otras razones, si no se aplican, la Corte Penal Internacional tomará cartas en el asunto.
El congresista de izquierda Iván Cepeda, quien ha sostenido duros enfrentamientos con Uribe, manifestó que este ve en estos casos “dos estándares distintos” y recordó que cuando fue presidente propuso, a través de un referendo que radicó el agosto de 2002, indulto generalizado para los paramilitares y sus jefes y darles directamente entrada al Congreso, pero la Corte Constitucional no aprobó ese trámite.
Sobre si debe haber condenas a los jefes guerrilleros manifestó que “ese será un momento obligatorio en el proceso de paz” y dijo que confía en “un justo equilibrio entre la necesaria justicias, verdad y reparación para las víctimas y la posibilidad de la participación política de la guerrilla”.
García y Antonio Navarro, vocero de los Progresistas, manifestaron que proponer que no haya participación política para los jefes de las Farc es “cerrar de entrada” la posibilidad de una negociación. “El corazón de esta negociación es la participación de este grupo guerrillero en política”, dijo Navarro.
La politóloga indicó que cualquier decisión en este sentido debe ser parte de la negociación, teniendo en cuenta que cuando una persona es condenada y paga sus deudas con la sociedad debe recuperar los derechos de todo ciudadano, entre ellos el de elegir y ser elegido. JGF