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En este fin de semana de Reyes un tema que no escapa al interés de la opinión pública es la serie de fatídicos casos en Colombia y en el mundo, en que se han visto envueltos menores de edad víctimas del accionar de adultos irresponsables y, a veces, desquiciados.

El mes de diciembre pasado comenzó con la noticia de dos niños (8 y 10 años) encontrados muertos en el río Cauca. El padrastro los había raptado como venganza porque su esposa no quería volver con él. Para la segunda semana de ese mes, el mundo entero se sacudió con la cruel masacre de 20 niños entre los 6 y 7 años en una escuela primaria de Connecticut, Estados Unidos, de manos de un frenético psicópata que disparó sin piedad sobre los inocentes estudiantes.

Ya en el 2013 un caso que conmocionó intensamente a los colombianos fue el de la niña bogotana de 11 años que resultó muerta por una bala perdida producto de la insensata costumbre de hacer tiros al aire durante la celebración de la última noche del año.

En nuestra región Caribe igualmente el comienzo de año ha sido nefasto para nuestros infantes. Al despertar el nuevo año nos sorprendimos con la muerte de una menor de 6 años estrangulada en una vereda de Córdoba.

El presunto autor de este execrable hecho es un vecino que huye de las autoridades. Otro sobrecogedor caso sucedió en Codazzi, donde una niña de 10 años fue encontrada asesinada al interior de una poza séptica. Esta noticia hizo arder a Codazzi pues la reacción airada de la población desencadenó una cruenta asonada.

Pero el último hecho violento contra un menor aconteció en Sabanalarga –a escasos kilómetros de donde hallaron el año pasado los restos de Angie Paola Ortega, símbolo regional del cruel trato hacia los niños– siendo encontrado muerto en un jagüey un niño de 8 años. La población enfurecida bloqueó la vía principal e incendió la vivienda de un hombre al que se le señala como autor.

Resulta preocupante la problemática existente en Colombia de la violencia contra la población infantil, pues estadísticas de Medicina Legal de finales del año anterior revelan que a diario mueren entre 3 y 5 menores de edad en hechos de violencia especialmente relacionados con el conflicto armado, maltrato y abuso sexual.

Estos lamentables sucesos a nivel local y mundial nos recuerda, en estos días de los Santos Reyes, el comportamiento del rey Herodes en los tiempos del natalicio de Jesús, eternizado como símbolo de la crueldad hacia los niños, al haber ordenado a sus soldados matar a todos los menores de 2 años de nacidos en Belén y sus alrededores. Así ocurrió la más sanguinaria matanza de inocentes de la historia siendo asesinados miles de niños por temor de Herodes a que el recién nacido amenazara su estadía en el poder.

Los hechos acaecidos en las últimas semanas nos hacen reflexionar en este fin de semana en que precisamente se realiza la célebre Loa de Reyes en el cercano municipio de Baranoa, sobre la existencia de ciertos adultos que actúan como ‘Herodes modernos’ al egoístamente pretender alcanzar sus malévolos objetivos o saciar sus bajos instintos sin tener en cuenta que por medio arrasan con la vida de un niño.

Cuidemos y hagamos respetar la vida de nuestros niños de las influencias pervertidas de seres que, atormentados por sus tragedias interiores, actúan ciegamente acabando con la existencia de aquellos inocentes ángeles que apenas se asoman a la vida. Denunciemos ante las autoridades y enseñémosles a los pequeños a autodefenderse de esas turbias personalidades que amenazan su integridad y su derecho a la existencia.