Esta semana dedicada nacionalmente a honrar a la juventud, además de los múltiples eventos que la Presidencia de la República ha organizado en cinco municipios del país (Bogotá, Leticia, San Andrés, Neiva y Puerto Colombia), se ha visto especialmente engalanada con la obtención en Moscú de la primera medalla de oro en la historia de los Mundiales de Atletismo por parte de la joven saltadora Caterine Ibargüen.
Este portentoso logro obtenido por la destacada deportista antioqueña, caracterizada por una esplendorosa sonrisa poco común en el rostro de la mayoría de los colombianos de hoy, resulta ser el mejor ejemplo para los jóvenes de nuestro país al patentizar la forma como la perseverancia y el disciplinado esfuerzo de la voluntad vencen los obstáculos más difíciles que se presentan en la vida.
Este éxito de Caterine, en la flor de sus 24 años, ha puesto a soñar a los colombianos, pero en especial a nuestras poblaciones juveniles, en la necesidad de fijarse metas en el futuro para olvidarse de las dificultades y adversidades que cotidianamente rodean las circunstancias de vida de una significativa parte de los hogares colombianos y que fueron las que rodearon los primeros años de existencia de nuestra campeona de ébano.
Es de resaltar que ese monumental éxito alcanzado zancada a zancada por nuestra esforzada compatriota en tierras moscovitas coincidencialmente se une a la serie de actividades conmemorativas de la semana de la juventud dirigida a exaltar el poder innovador, creativo y emprendedor de los 12 y medio millones de jóvenes colombianos. Durante 5 días (del 12 al 17 de Agosto) se conectaron los jóvenes de las 5 ciudades antes mencionadas con 5 temáticas, correspondiendo hoy el cierre en Puerto Colombia con diferentes eventos artísticos y culturales.
A todo lo anterior se agrega el lanzamiento del programa ‘100 mil oportunidades para los jóvenes’, liderado por el Sena, en el que se ofertará igual número de cupos en formación tecnológica con el cual el gobierno del presidente Juan Manuel Santos aspira a reducir en un 1,25 % la tasa de desempleo juvenil.
En momentos en que se habla de la falta de oportunidades de estudio y trabajo para la juventud esta propuesta se constituye en una circunstancia beneficiosa para que los jóvenes cambien radicalmente su vida, ocupen su tiempo en crear y no en destruir, que se distancien de las malas compañías que les llevan a su autodestrucción, que conozcan y se rodeen de personas sanas que desean sobresalir y surgir en la vida por el camino honesto, que escapen de la drogadicción, el alcoholismo, la delincuencia, el sicariato, el pandillismo, el mal uso del tiempo libre, los embarazos prematuros, etc. y que construyan una nueva vida abriéndose a un mundo de oportunidades ingresando en un futuro a las mejores empresas a nivel nacional e internacional.
En conclusión, la extraordinaria hazaña de Caterine Ibargüen, así como los demás hechos que se han vivido en esta semana nacionalmente dedicada a la juventud, ponen a soñar a los jóvenes en el futuro y a que retiren sus energías de los conflictos del pasado y se olviden de odios y resentimientos que les envenenan su estado de ánimo y los predisponen a la violencia.
Sólo así se lograrán modificar paulatinamente los factores generadores de las grandes problemáticas sociales que nos aquejan y que afectan a la gran mayoría de los colombianos en sus mejores años.