Al cumplirse en la presente semana el primer año de haberse firmado el TLC con los Estados Unidos llega el momento de evaluar el que ha sido considerado como uno de los más importantes tratados bilaterales que Colombia ha firmado con los diferentes países del mundo.
Aunque el llamado Zar del TLC, Hernando José Gómez, haya especificado que este acuerdo sólo se desarrollará a plenitud y se verán los resultados benéficos para Colombia cuando cumpla los cuatro años de vigencia, resulta sumamente oportuno hacer una revisión parcial de qué tan provechoso ha sido para nuestro país este convenio comercial que tantas expectativas produjo desde el momento que fue proclamado por los presidentes Juan Manuel Santos y Barack Obama hace más de un año durante la recordada Cumbre de Cartagena.
No se puede negar que la sensación que tenemos los colombianos respecto a este tratado es que en este primer año hemos sido más importadores que exportadores. Como quien dice, es más lo que ha entrado que lo que ha salido desde mayo del 2012 a marzo 31 del 2013 y eso lo ratifican las cifras oficiales reveladas por el Dane, la Oficina de Aprovechamiento Comercial de Colombia con EU y Ministerio de Comercio, Industria y Turismo.
En este lapso de tiempo Colombia ha exportado, sin incluir el petróleo, 6.004 millones de dólares los cual representa un incremento del 3,3% respecto a años anteriores. En el sentido contrario de las importaciones nuestro país ha comprado un total de 13.249 millones de dólares que viene siendo el 13.6% más que antes que entrara en vigencia el Tratado.
De todas formas aunque existan cifras que por ahora no son halagüeñas (la caída del 2% de las ventas del sector agropecuario, del 17% del agroindustrial, del 18 % del sector plástico y 23% las del mueble) no podemos dejar de resaltar los progresos que se han hecho así como las perspectivas de mejoramiento de la situación actual.
En tal sentido son alentadoras las palabras del ministro de Comercio, Sergio Díaz-Granados, en el sentido de que más de 770 empresas colombianas están exportando a Estados Unidos por primera vez (de las cuales 39 son del Atlántico), resaltándose que 180 son nuevos productos, que se ha llegado a 44 ciudades a las que nunca lo habíamos hecho y que el 80% de lo que estamos importando son materias primas o bienes no producidos en el país. Se destaca igualmente que de los 21 sectores de nuestra economía 10 incrementaron sus exportaciones (textiles, confecciones, calzado, procesados del mar, derivados del cacao, azúcares, mieles, vidrio, confiterías, aseo, vehículos, material eléctrico, vestidos de baño y cosméticos) y 11 redujeron sus importaciones.
Paralelamente en este primer año del Tratado es visible que mejores tiempos están por venir para nuestra región Caribe: el desarrollo de obras a nivel de carreteras e infraestructura vial, el auge logístico y comercial de las diferentes zonas francas, el proyecto de recuperar la navegabilidad del Río Magdalena, la labor del estímulo a las exportaciones que adelantan entidades como Proexport y Bancoldex, las inversiones nacionales y extranjeras hacia los departamentos de Atlántico y Bolívar al igual que los compromisos con el mejoramiento de la educación bilingüe, la competitividad empresarial y las certificaciones de calidad de los productos, entre otros.
No obstante existe conciencia plena de que para alcanzar mejores cifras en los próximos años de vigencia de este TLC es indispensable el incremento a como dé lugar de nuestras exportaciones ya que esta es la clave para dinamizar nuestra economía, mejorar las cifras de empleo e incrementar la calidad de vida de nuestra población. Para esto es de suma importancia que los gobiernos regionales y municipales levanten el potencial exportador, incrementen la calidad educativa de su recurso humano y mejoren las condiciones de seguridad para solidificar las cadenas productivas y las alianzas estratégicas que jalonen este vital acuerdo con el país del norte.