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Si se tuviera que escoger un proyecto en ejecución por el cual en un futuro pueda ser recordada positivamente la actual gestión distrital de la Alcaldía de Barranquilla, entre los también muy importantes que está desarrollando, indudablemente que uno de los que mayor acogida tendría sería el de la ‘Universidad en el Barrio’.

Esta ingeniosa estrategia social, además de combatir los niveles de desempleo, pandillismo y pobreza en sectores vulnerables de nuestra comunidad, prepara a sus jóvenes estudiantes en carreras puntualmente requeridas por el sector empresarial de cara a los diferentes Tratados de Libre Comercio firmados por Colombia ante decenas de países del planeta.

La ‘Universidad al Barrio’ consiste a todas luces en un gigantesco esfuerzo por facilitar el acceso de nuestros jóvenes barranquilleros a la formación profesional mediante el convenio con 12 importantes universidades de la ciudad.

Los estudiantes iniciarán desde su bachillerato, en cadena de formación, sus estudios simultáneos como técnicos y una vez se gradúen de bachilleres y técnicos podrán desarrollar la formación tecnológica, la cual al finalizar pueden continuar hasta el nivel universitario, previa homologación y reconocimiento en uno de los centros de educación superior adscritos al programa.

Es una gestión social a corto, mediano y largo plazo de proporciones incalculables. Se puede considerar de loable ese intento por acercar a nuestra población a la educación y a la capacitación laboral no solo de este Proyecto educativo sino el que realizan todas las instituciones de formación profesional existentes en nuestra Región puesto que se constituyen en un terreno ganado a las graves problemáticas sociales que acechan a nuestras juventudes que no utilizan constructivamente su tiempo, cayendo en las garras de la drogadicción, el alcoholismo, la prostitución, el pandillismo y la delincuencia, entre otros males.

El hecho de que esta formación se desarrolla en horas nocturnas y los sábados, aprovechando la infraestructura de 23 megacolegios, hace que las poblaciones de alto riesgo psicosocial ocupe ese valioso tiempo para capacitarse, alejarse de negativas andanzas y reconstruir su proyecto de vida. Cabe destacar que dentro de este proyecto en ejecución también se beneficiarán miles de personas del programa ‘Jóvenes en Acción’.

Las 72 carreras técnicas y tecnológicas ofertadas pretenden vincular a la formación, en los primeros meses del 2013, a 10.000 jóvenes de la meta globalizada de 30.000 fijada para el período total de gestión de la alcaldesa Elsa Noguera. En un mediano plazo estos seres humanos cualificados con conocimientos actualizados estarán listos para incrementar la productividad y la competitividad de las empresas de nuestra Región.

Es alto el costo social de la ignorancia y la falta de capacitación de una población. En estos críticos momentos en que campea la inseguridad y todas esas plagas sociales, el acceso a la educación superior de calidad se convierte en un objetivo y una exigencia para la sobrevivencia de muchas empresas que apenas se adaptan al TLC y para el mejoramiento de la calidad de vida de amplios sectores de nuestra población.

Démosle un total respaldo a este sueño de nuestra alcaldesa Elsa Noguera hoy hecho realidad, pues representa un importante acto humano de dignificar a nuestros jóvenes de escasos recursos, ayudándolos a construir su proyecto de vida, desviándolos del proyecto de la cultura de la muerte y enseñándoles que la persona que se capacita y forma no está perdiendo el tiempo sino que está utilizándolo constructivamente para pulir sus armas y enfrentarse con herramientas calificadas y diferenciadoras a un mundo cada vez más competitivo.