
Fue controlado ayer en la tarde un incendio que se originó en la mañana del domingo en un relleno sanitario de San Andrés Islas, generando una nube tóxica en el cielo isleño.
Tras más de 20 horas de intensas llamas en dos zonas del botadero de residuos sólidos denominado Magic Garden, varios organismos de emergencia lograron extinguir la conflagración.
Al respecto, el comandante del Cuerpo de Bomberos, Willie Gordon, en reporte ofrecido a los medios de comunicación hacia el mediodía de ayer, indicó que la situación estaba controlada en un 98 por ciento.
Destacando que ocho bomberos de Bogotá se unieron a las labores para apagar el fuego, el jefe de los bomberos sanandresanos señaló que la labor conjunta entre las entidades del archipiélago permitió sortear la emergencia.
A su vez, el comandante del grupo aéreo del Caribe, coronel William Montenegro, dijo que la Fuerza Aérea Colombia, FAC, colaboró con los organismos de socorro en el incendio.
Fue posible controlar las llamas debido a que los bomberos instalaron tres líneas de ataque al fuego y, posteriormente, se atacaron los puntos calientes para evitar que se reiniciara.
La gobernadora, Aury Guerrero Bowie, dijo a Caracol Radio que “el incendio pudo ser provocado por recicladores de cobre, ya que en anteriores ocasiones han sido detectados prendiendo fuego en cuatro puntos específicos de ese mismo sitio”.
Afortunadamente, la conflagración no dejó víctimas humanas ni daños materiales que lamentar.
En febrero del 2009 se presentó otro incendio en el relleno sanitario de la isla de San Andrés, y solo tras 12 días pudo ser controlado.
Las autoridades sanandresanas investigan si hubo manos criminales, sobre todo ahora que se inicia la temporada turística de Semana Santa.
Una nube tóxica en la isla
Aeronavegabilidad. La nube tóxica que se desprendió del incendio en San Andrés, producida por toneladas de basura quemada, preocupó al principio a las autoridades y habitantes de la isla, que temían una emergencia mayor, sobre todo, debido a que la estructura del relleno permitía fenómenos de autocombustión, que había que controlarlos en su totalidad o, de lo contrario, podían generar problemas de salud. Además, el humo afectó un par de horas la aeronavegabilidad en el archipiélago.
TB
Bogotá.