
La Costa Caribe para que pueda crecer y desarrollarse como región no puede tener zonas prósperas y otras rezagadas. Todas deben engranar de la mejor manera para que el crecimiento sea integral.
Así lo explicó ayer el director académico del Observatorio del Caribe, Antonio Hernández Gamarra, durante la presentación de las conclusiones del estudio Pobreza y Desigualdad, informe latinoamericano 2011.
Durante su intervención, señaló además que el crecimiento de la región debe estar cimentado en tres aspectos fundamentales: una proyección incluyente en cuanto a las riquezas de la región como lo es la ganadería y la minería; acciones claras de desarrollo con políticas de equidad regional y el manejo de los recursos públicos para que sean invertidos de la mejor manera.
Para Hernández Gamarra, está claro que el rezago de la Costa Caribe responde a la falta de políticas claras del Gobierno Nacional que propendan por el crecimiento de la región, basado en estudios que permitan hacerle frente a la realidad que se vive; contrario a lo que se hizo, según él, con el Fondo de Compensación Regional o la Ley de Regalías que, en su concepto, fue una simple caricatura que no respondió a la importancia y trascendencia de la Costa Caribe a nivel nacional.
Señaló que hay que tener claro que el proyecto de integración de la región debe propender por mejorar las actividades económicas del sector primario como la minería y la ganadería. En la primera de ellas, debe tenerse en cuenta la formalidad y la tecnificación; mientras que en la segunda, debe transformarse para que, por ejemplo, se comercialice la carne y no el ganado en pie.
PAÍSES ANALIZADOS. En el marco del evento Pobreza y desigualdad, informe latinoamericano 2011, Claudia Serrano, directora ejecutiva del Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural, sostuvo que el análisis fue realizado en diez países teniendo claro seis dimensiones de bienestar: salud, educación, dinamismo económico y empleo, ingresos y pobreza, seguridad ciudadana y equidad de género.
Para la académica es claro que en países como Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua, Perú y Colombia, existen zonas relegadas en la extrema pobreza y otras de una máxima proyección económica.
Esto, a juicio de Serrano, hace que el crecimiento económico de los países vaya por un camino distinto a la realidad que los circunda, haciéndose necesario que los sectores que interactúan en la economía trabajen en pos de concretar la inclusión de una región rezagada en el camino de la prosperidad.
“Aquí se hace necesario que trabaje el sector político, el social, privado, entre otros para que todas las zonas, relegadas o no, logren el desarrollo y la prosperidad que anhelamos en los países latinoamericanos”, concluyó Claudia Serrano.
Por Rubén Rodríguez
Cartagena