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'Desde Colombia saludo al continente': Pablo VI, de esta forma tituló EL HERALDO la llegada del sumo pontífice a tierras cafeteras el jueves, 22 de agosto de 1968. En horas de la mañana arribó al aeropuerto Eldorado –como se llamaba en su momento– de Bogotá, Giovanni Battista Enrico Antonio Maria Montini donde fue esperado por una comitiva encabezada por el presidente Carlos Lleras Restrepo.

La primera acción del sumo pontífice al pisar suelo colombiano fue arrodillarse, en un gesto de emoción, y besar el piso. 'Un gozo íntimo y una trepidante conmoción invaden nuestro ánimo al ver la que la Providencia nos ha reservado el privilegio de ser el primer Papa que llega a esta nobilísima tierra, a este cristiano continente, donde un día arcano comenzó a añadirse la altura de la Cruz sobre las cimas andinas y, en los viejos caminos de los chibchas empezó a dibujarse la silueta de Cristo'.

En el diario de esa fecha, el periodista Daniel Harker reseñó el momento histórico en el que 'más de un millón de personas vivaron al Papa en la capital'. 'Colombia y Latinoamérica dieron hoy al papa Pablo VI una calurosa bienvenida al iniciar su visita de tres días, sin precedentes en un romano pontífice a este continente. Más de un millón de personas gritando y llorando llenaron las terrazas del aeropuerto Eldorado, alinearon las principales calles y formaron una masa sólida y casi incontrolable en la Plaza de Bolívar, en el corazón de la capital colombiana'.

Desde la catedral, donde muy de madrugada lo esperaban los obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y seminaristas venidos de todos los rincones de la patria, se dirigió el máximo jerarca para saludar al pueblo que gritaba a viva voz 'viva el Papa'.

El 23 de agosto visitó al presidente de la República, se reunió con los campesinos en la población de Mosquera, presidió la eucaristía para la gran concentración de trabajadores, empresarios y universitarios en el Campo eucarístico, y tuvo un encuentro con el cuerpo diplomático y altas autoridades extranjeras llegadas a Bogotá con ocasión del Congreso Eucarístico.

Un gesto de emoción

Si a la llegada a Colombia el papa Pablo VI besó el suelo del aeropuerto Eldorado, el 24 de agosto, cuando terminó de cumplir la agenda en la que visitó algunos barrios en la capital, se reunió con enfermos, bendijo la sede de la Conferencia Episcopal Latinoamericana y bendijo matrimonios, antes de partir al Vaticano pronunció las últimas palabras en tierra cafetera. Con voz entrecortada por la emoción dijo: '¡No te decimos adiós, Colombia, porque te llevamos más que nunca en el corazón!'.

Después de esa visita apostólica, pasaron 18 años para que otro sumo pontífice llegara al país, el papa Juan Pablo II arribó a Colombia en 1986.