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La bancada uribista del Centro Democrático arma una marcha para el próximo 7 de agosto, Día de la Batalla de Boyacá y primer aniversario del segundo mandato de Santos, en contra del proceso de paz entre el Gobierno y las Farc en La Habana.

Con mensajes como 'no a los acuerdos de La Habana', o 'queremos y creemos en nuestras Fuerzas Militares', 'no queremos comunismo' y 'no queremos a las Farc en el Congreso', el partido derechista invita en redes sociales como Facebook y Twitter a marchar el 7 de agosto, desde las 10 de la mañana, saliendo del Parque Nacional hasta la Plaza de Bolívar, en Bogotá.

Al respecto, el senador de esta colectividad opositora, Alfredo Rangel, advirtió que 'los últimos cinco atentados contra la industria petrolera eleva a 68 los atentados a este sector de la economía colombiana, bajo tregua unilateral y descalamiento incluido'.

Así mismo, su copartidario Ernesto Macías criticó que el hecho de que, según él, el presidente Juan Manuel Santos 'niega que las Farc tengan dinero del narcotráfico'.

El senador Álvaro Uribe, quien advertía del requerimiento del cese al fuego unilateral de las Farc para el desarrollo del proceso, se mostró en desacuerdo con el anuncio del grupo rebelde de apagar los fusiles desde el próximo 20 de julio y exigió que el mismo se diera inmediatamente.

Los anteriores pronunciamientos, en respuesta a la entrevista que el jefe de Estado dio a Noticias RCN, donde reiteró que a partir del próximo 20 de julio habrá cuatro meses de tregua unilateral de las Farc, correspondida por el Ejecutivo con el desescalamiento de cara al cese bilateral y definitivo.

Estos anuncios han sido respaldados por la comunidad internacional, por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon y el papa Francisco, entre otros líderes mundiales.

Santos recordó además que se han pactado acuerdos en Cuba sobre desarrollo rural, narcotráfico -al respecto del cual advirtió que desde que él era ministro de Defensa en la era Uribe no se han encontrado cuentas de las Farc en el exterior- y participación política.

Ha afirmado además el mandatario que no se negocia en la isla caribeña el sistema político ni económico ni la manera cómo funcionan por mandato constitucional las Fuerzas Militares.