No obstante a que el Consejo de Estado confirmó recientemente su decisión de anular dos concesiones de playa al lujoso Hotel Las Américas en el deprimido corregimiento cartagenero de La Boquilla, siguen invadiendo el espacio público las decenas de kioskos del emporio turístico.
El líder comunitario de La Boquilla Benjamín Luna le dijo a EL HERALDO que el pasado 17 de enero, el máximo tribunal de lo contencioso administrativo trasladó su fallo a la Corte Constitucional para que ésta reafirmara jurisprudencia en el sentido de que a través de una tutela se puede revocar un acto administrativo, en este caso, la concesión de dos playas, una de más de 8 mil metros cuadrados y otra de más de 15 mil.
Sin embargo, advirtió el jefe de la comunidad negra, que a pesar de las altas instancias judiciales que han fallado en este caso, 'y han confirmado la orden a la Alcaldía de Cartagena de Indias de restituir en un término no mayor a 48 horas el espacio público de playa, el hotel mantiene la ocupación indebida'.
Agrega Luna que permanecen varias decenas de kioskos de uso comercial en las dos playas en cuestión, 'que en el caso de La Boquilla son de uso preferencial de la comunidad, como lo ordena la resolución de titulación colectiva entregada por el Incoder a través del presidente (Juan Manuel) Santos y el presidente (Barack) Obama, en abril del 2012'.
Así mismo, advierte el líder comunitario, que no se ha dado cumplimiento a las sanciones por desacato del exalcalde (e) Carlos Otero Gerdts y no se ha resuelto el incidente de desacato contra el actual alcalde Dionisio Vélez, por desconocer lo ordenado por la Corte.
'Y el Ministerio del Interior nos presiona para nuevas concesiones de playas', concluye.
Lo que dijo la otra parte
En la impugnación, la Dimar negó haber violado derechos con la concesión y advirtió que la Comunidad de La Boquilla no contaba con acreditación por parte del Ministerio del Interior. El hotel, a su vez, señaló que la tutela no es el medio idóneo para impugnar los actos administrativos de la concesión de las playas y afirmó que los límites de la concesión siempre han sido respetados, que no se ha alterado el especio público sino que por el contrario se ha mejorado su calidad, y que no se ha convertido en propiedad privada.