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Supervivientes del genocidio de Ruanda celebran condena contra exprefecto

El exprefecto Laurent Bucyibaruta, fue condenado a 20 años de cárcel por un tribunal de París por “complicidad de genocidio” y “complicidad de crímenes contra la humanidad”. 

La principal asociación de supervivientes del genocidio de Ruanda de 1994 celebró este miércoles la sentencia contra el exprefecto Laurent Bucyibaruta, condenado este martes a 20 años de cárcel por un tribunal de París por "complicidad de genocidio" y "complicidad de crímenes contra la humanidad".

"Al menos después de todos estos años moviéndose libremente en Francia, finalmente (Bucyibatura) fue llevado a la Justicia", dijo Egide Nkuranga, el presidente de Ibuka, una organización paraguas de las asociaciones de supervivientes del genocidio.

"Además, cuando una persona como Bucyibaruta comparece ante un tribunal, aprendemos mucho sobre el genocidio, cómo sucedió y descubrimos otras personas que pudieron haber estado involucradas", añadió Nkuranga en declaraciones recogidas en medios locales.

Aun así, el presidente de Ibuka señaló que él hubiese preferido una condena de cadena perpetua para sentar un precedente para los casos que se juzguen fuera de Ruanda, "donde muchas personas no saben mucho sobre un genocidio o la magnitud de los crímenes de genocidio".

La Fiscalía había pedido la cadena perpetua para el exprefecto.

Bucyibaruta, de 78 años, era el líder de la antigua prefectura de Gikongoro (sur) en el momento en el que se desató el genocidio.

El exprefecto fue declarado culpable de haber persuadido a miles de personas para que acudiesen a la escuela técnica de Murambi, las parroquias de Cyanika y Kaduha y la escuela Marie-Merci, donde, en vez de encontrar un refugio seguro, fueron asesinadas.

Las matanzas de la escuela técnica de Murambi (21 de abril de 1994), en las que murieron desde 40.000 hasta 50.000 personas según cálculos del Gobierno ruandés actual, son consideradas uno de los episodios más sangrientos del genocidio.

Sin embargo, durante su juicio, Bucyibaruta se declaró inocente, alegando que no colaboró de ninguna manera con las masacres.

En poco más de tres meses en 1994, desde 7 de abril hasta el 15 de julio, al menos 800.000 personas fueron asesinadas en lo que se considera una de las peores matanzas étnicas de la historia reciente de la humanidad.

El origen de las tensiones que desencadenaron el genocidio se remonta a finales del siglo XIX, cuando el Gobierno colonial alemán y más tarde el belga separaron a la población ruandesa en dos grupos cerrados: los tutsis, que representaban al 14 % de la población, y la mayoría hutu.

Las hostilidades entre dos grupos —que dependiendo de cada momento de su historia tuvieron más o menos privilegios gracias a la marginación o explotación del otro— originaron una guerra civil entre el Gobierno prohutu ruandés y el rebelde Frente Patriótico Ruandés (FPR), desde 1990 hasta 1994, cuando finalmente se desató el genocidio contra los tutsis. 

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