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En la campaña madrileña, también han surgido con fuerza teorías conspirativas sobre un supuesto fraude electoral, como una que sostiene —sin pruebas— que la empresa estatal Correos manipula votos de electores que utilizan sus servicios para depositar el sufragio por adelantado.

Alexandre López-Borrull, profesor de Información y Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya, de Barcelona (noreste de España), subraya que tanto en Madrid como en la campaña estadounidense se ha fomentado una 'gran polarización' y se ha recurrido a 'atizar el miedo al inmigrante y el odio al contrario'.

Este experto en desinformación menciona a Vox como la fuerza que más ha usado en Madrid esta estrategia, con mensajes que cuestionan la seguridad del voto por correo o que tergiversan datos sobre migrantes, con paralelismos con la campaña que llevó a Trump a la Casa Blanca.

Ese 'discurso primario', basado en emociones más que en argumentos, está presente tanto en las campañas madrileñas y la ‘trumpista’ como en 'prácticamente todos los procesos electorales de los últimos años', menciona David Varona, profesor de Comunicación de la Universidad Loyola, de Sevilla (sur).

Italia, Grecia, el Reino Unido del bréxit... Es el 'modus operandi' de la política actual en general, añade.

Varona no ve pruebas de que en la campaña de Madrid se apliquen 'estrategias de desestabilización' como las del bréxit o Trump, pero sí observa 'estrategias de desinformación' con anuncios en Facebook que mueven contenidos falsos.

El doctor en Ciencias de la Información Raúl Magallón, de la Universidad Carlos III en Madrid, precisa que no es una 'estrategia global', sino 'narrativas -muchas de ellas universales- que se adaptan de forma rápida a entornos locales', con la particularidad de que España es 'un país muy polarizado' y puede recibir más desinformación por ser puente entre Europa y América Latina.

La narrativa del fraude en el voto por correo se ha replicado por todo el mundo y el cartel de Vox sobre menores inmigrantes se inscribe en el discurso 'muy identitario' propio de los populismos, subraya.