El Congreso de EE. UU. se reunirá este miércoles para corroborar el resultado de las elecciones de noviembre, un paso habitualmente ceremonial que los aliados del presidente saliente, Donald Trump, planean aprovechar para lanzar un último y estéril desafío a lo votado por los estadounidenses.
No hay ninguna perspectiva de que la sesión en el Congreso cambie el resultado de los comicios, es decir, la elección de Joe Biden como próximo presidente de EE. UU., pero sí se espera un largo debate y varias votaciones que prometen reforzar el cisma que han creado en el Partido Republicano las maniobras antidemocráticas de Trump. Estas son las claves para entender la extraordinaria sesión en el Congreso:
¿Qué ocurre este 6 de enero?
Según las leyes que rigen el proceso electoral de EE. UU., ambas cámaras del Congreso deben reunirse en una sesión conjunta para abrir y contar los certificados de los votos electorales correspondientes a cada estado del país.
La sesión, que debe estar dirigida por el vicepresidente estadounidense –en este caso, el republicano Mike Pence–, normalmente es una mera formalidad para validar unos resultados que ya ha corroborado el Colegio Electoral, que se reunió el pasado 14 diciembre en cada estado y ratificó la victoria de Biden.
Sin embargo, basta con que un miembro de la Cámara Baja y otro del Senado presenten una objeción a los resultados en uno de los estados para desatar un debate y una votación de ambas cámaras sobre la posibilidad de no contar los votos electorales en ese territorio.
¿Por qué se esperan objeciones?
Al menos trece senadores republicanos y más de cien congresistas de ese partido en la Cámara Baja han adelantado que presentarán o respaldarán objeciones a los resultados en varios estados.
Los senadores, liderados por Ted Cruz, aseguran que no pretenden revertir el resultado de las elecciones, sino dar voz a aquellos que creen que los comicios no fueron justos, a pesar de que no hay ninguna prueba de que hubiera un fraude o irregularidades masivas, como denuncia Trump.
Los legisladores piden que el Congreso cree una comisión electoral para hacer 'una auditoría de emergencia con una duración de diez días de los resultados electorales en los estados disputados'.
¿Cómo se desarrollará?
Los certificados de los votos electorales se abrirán por orden alfabético, para contarlos y corroborar qué candidato presidencial superó la barrera de 270 votos que da las llaves de la Casa Blanca (Biden obtuvo 306 y Trump 232, según confirmó el Colegio Electoral).
Los legisladores republicanos no han aclarado sobre qué estados presentarán objeciones, pero es posible que lo hagan en los seis territorios donde Trump ha cuestionado la victoria de Biden: Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Pensilvania y Wisconsin.
¿Cuánto puede durar?
Por las precauciones relacionadas con la pandemia, las votaciones en la Cámara Baja duran normalmente una hora o más, por lo que es posible que se tarde de tres a cuatro horas en resolver las objeciones en cada estado. Si los legisladores cuestionaran los resultados en los seis estados citados, es posible que la sesión dure 24 horas o más.
¿Hay opciones de revertir el resultado?
No. La oposición demócrata –el partido al que pertenece Biden– controla la Cámara de Representantes, por lo que los republicanos no tienen opciones de superar una votación por mayoría en ese hemiciclo, algo que se requiere para rechazar el resultado en cualquier estado.
La sesión terminará irremediablemente con Pence declarando a Biden como ganador de las elecciones, por mucho que se alargue la reunión y que Trump y sus aliados confíen en que el vicepresidente pueda de alguna forma influir en el proceso y manipularlo, algo que los tribunales ya han aclarado que no es posible.
'Espero que Mike Pence nos ayude. Si no lo hace, no me caerá tan bien', dijo Trump en un mitin en Georgia.