La consternación se apodera del municipio de Tres Arroyos, en la provincia de Buenos Aires, Argentina, lugar que fue epicentro de una masacre de una madre y sus dos hijos menores a manos de su propio padre.
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El agresor fue identificado por las autoridades argentinas como Fernando Dellarciprete, un hombre de 40 años que tenía como oficio camionero. El sujeto agredió con un puñal a su esposa, Rocío Villarreal, en el cuello causándole la muerte de inmediato en el comedor de su casa.
Por su parte, a sus dos hijos, Tiziano Dante y Francesco, les provocó el ahogamiento en una zanja al que fueron a parar luego de que este provocara un choque en el vehículo en el que se movilizaban de camino a cada después que los fue a recoger a su colegio.
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Primero intentó chocarse con una motocicleta, pero falló en su intento. Hasta que logró su cometido Ruta Nacional 228 donde a la altura del kilómetro 69, tras manejar poco menos de diez kilómetros, les terminó provocando su muerte.
Al parecer, Dellarciprete recibía atención sicológica por problemas psiquiátricos por lo que era “asistido por el área de Salud Mental de la Municipalidad de la ciudad”, según le dijeron fuentes al medio Infobae, sin embargo, la municipalidad negó que el hombre recibiera atención en el hospital de esa localidad.
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Lo que hace más extraño este caso es que, de acuerdo con las investigaciones preliminares, no se evidencian denuncias por violencia intrafamiliar o una separación entre la pareja, pues seguían viviendo juntos.
Incluso posteaban en redes sociales fotografías de los cuatros en los que se veían sonrientes.
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Luego de cometer los tres crímenes, Fernando intentó quitarse la vida, primero, pidiendo un arma en un campo de la zona donde fue echado y, después, se lanzó a un camión en movimiento que los terminó matando.
“El hombre se arrojó contra mi vehículo y no pude hacer nada”, aseguró el camionero Jonathan Alfredo Luna quien manejaba el tractocamión que acabó con la vida del agresor al medio eldoce.tv.
