Salamina, un año más de angustia por cuenta de la erosión
El municipio sigue sufriendo por la bravura del río Magdalena, que ya les arrebató la otrora vía principal que comunicaba con El Piñón y el puerto del ferry.
La frustración de los habitantes de Salamina en el 2021 alcanza niveles tan altos como los del río Magdalena.
Aunque pensaron que este año sería el fin de una angustia colectiva que surgió por culpa de la erosión, no ha sido así, la orilla se cae a pedazos y el río acecha. “¡Solo queda creer en Dios!”, afirman.
La desesperanza los abraza, la fe se desvanece y el desaliento se convierte en el enemigo de la perseverancia. La lucha de los salamineros es también contra el pesimismo.
“No es posible que a estas alturas aún estén diseñando y esperando estudios, cuando desde el 2019 ya se tiene información técnica de lo que hay que hacer”, dijo el ganadero Benjamín Santos.
Y es que el tiempo ha pasado y es poco lo que se ha avanzado en la mitigación del problema.
“Han habido desaciertos en el manejo de la situación y se han presentado diferencias entre las entidades comprometidas en la solución”, comentó el presidente de la veeduría Transparencia por Salamina y el Magdalena, Trasama, Alfredo Castillo Díaz.
El Ministerio de Transporte, a través del Invías y Cormagdalena, contrataron a la Universidad del Magdalena para la realización de los estudios correspondientes al Plan Maestro en su solución integral y definitiva de inversiones y obras, para contrarrestar el fenómeno erosivo, sin embargo, estos estudios no han sido entregado en forma definitiva, lo cual ha limitado el actuar y la destinación de los recursos por parte del Ministerio de Hacienda.
Se espera que entre los primeros tres meses del año 2022 se pueda dar solución definitiva a este impase.
El personero del municipio, Carlos Mario de la Cruz, recordó que el 2021 arrancó con la esperanza de tener avances en las inversiones integrales para resolver de forma definitiva el problema erosivo y de amenaza por inundación.
Comentó que la anualidad inició con la visita de la magistrada María Victoria Quiñones Triana, encargada de fallar la acción popular, por medio de la cual se elevaron medidas cautelares a todas las entidades comprometidas en la inversión de recursos para atender la emergencia.
Se establecieron fechas para la entrega de los estudios definitivos del Plan Maestro, pero estas se fueron ampliando (de junio a agosto y luego a diciembre).
“Todos los plazos se han vencido, el año llega a su fin y la erosión fluvial camina con mayor rigor a la cabecera municipal”, precisó el Agente del Ministerio Público.
Indicó que desde la Personería se elevaron diferentes alertas durante el transcurso del año, como fue en el riesgo de afectación en el punto de captación del acueducto y en el puerto que sirve de atraque del ferry.
Indicó que desde agosto pasado la ministra de Transporte, Ángela María Orozco, dijo que el mes de diciembre era el límite para el inicio de las inversiones integrales relacionadas con el Plan Maestro.
Ante esa afirmación se elevaron las comunicaciones relacionadas con la preocupación del Ministerio Público por ser precisamente diciembre donde los niveles del río son más altos.
Sin embargo, no hubo ningún tipo de respuesta a esa acotación por parte de la personería municipal. Además, tampoco comenzaron las obras.
El temor fue mayor cuando el pasado 15 de diciembre colapsó el puerto del ferry tras una erosión agresiva.
Este hecho obligó a que este servicio fuera trasladado aguas abajo, generando todo tipo de dificultades porque obliga a los transportadores a la utilización de la vía alterna que comunica al municipio de Salamina con El Piñón, carretera que presenta un estado deplorable producto de las lluvias.
Aunque la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, realizó pasado 14 de diciembre la socialización de las obras complementarias por el orden de los $31.000 millones, hoy la situación, lejos de generar tranquilidad, lo que produce es mayor zozobra debido a la ferocidad del fenómeno.
Ante el avance del fenómeno, el alcalde de Salamina, Luis Ramón Orozco, ha venido extendiendo el decreto de calamidad pública para atender la emergencia.
El mandatario municipal considera, además, que falta menos de una semana para terminar el año por lo que está seguro que “no cumplirán con la entrega del Plan Maestro”.
“Según el Gobierno Nacional aquí estaría la solución, pero no sabemos en qué consiste porque aún no lo han logrado socializar”, comentó el alcalde.
Dijo que la problemática se ha agudizado, al punto que “en estos momentos no contamos con el puerto del ferry”.
“Hoy desembarcan carros en un puerto no autorizado, que no reúne las condiciones y el Ministerio de Transporte debe entrar a regular el sitio para el atraque de los dos transbordadores que funcionan y que mueven el comercio de la región”, anotó.
Alfredo Castillo, cabeza visible de la veeduría Trasama, manifestó que el año está por acabar y la comunidad salaminera sigue con la incertidumbre de qué va a pasar con los diferentes trabajos de contención de orilla y otros complementarios.
Reiteró que hay desazón puesto que despertaron esperanzas cuando se anunció “con bombos y platillos” el famoso Plan Maestro.
“Para variar se la pasaron todo el año de estudios en estudios mientras el río, que no sabe de números ni estadísticas, hacía de las suyas”, precisó.
Castillo insiste en que pareciera que no hay interés de las entidades competentes, puesto que “la solución es quitar la Isla Tamarindo”.
Los especialistas hablan de un dragado dirigido, pero “ni lo uno ni lo otro".
“Nada más se la han pasado malgastando plata en el río. Cómo veeduría vemos con malos ojos todo lo que está pasando, ya que ni la Alcaldía, ni la UGRD, ni Cormagdalena han hecho la tarea”, señaló.
Desde el 14 de noviembre de 2019, Salamina ha estado a la merced de la erosión. El 30 de agosto se quedó sin la vía que comunica con El Piñón, el 8 de diciembre del año en curso se quedó sin ferry y, a días del Año Nuevo, el municipio se empieza a quedar sin la esperanza de poder frenar la lenta, pero constante batalla con el Magdalena.
