El coronavirus sigue ampliando su estela de dolor y muerte en Santa Marta. Familias que hasta hace poco eran felices, hoy los agobia la pena ante la partida de los ejes centrales del hogar (sus padres) al igual que algunos de sus hijos.
Los Flórez Cantillo y los Castro Tello, están unidos por la fatalidad. En este mes de abril la covid-19 les arrebató a tres de los más cercanos familiares. Seres que se han ido sin despedirse porque quizás no imaginaron el triste desenlace que tendrían sus vidas.
Hoy, en medio del temor que aún les asiste a las dos familias por que el virus no se detiene y cada día ocasiona más muertes, quienes sobreviven piden a los samarios cumplir con los protocolos de bioseguridad.
'Cuídense, usen tapabocas, no estén en reuniones grupales y guarden el distanciamiento social', es la clamorosa recomendación.