Al tiempo que pescadores recogen los peces muertos de la Ciénaga de Concordia (su nombre original es de Cerro de San Antonio), la Gobernación del Magdalena y otras entidades, atienden desde el sitio las necesidades de cerca de 18 mil habitantes afectados por los fétidos olores y la carencia de agua y alimentos.
Para los pobladores de los territorios con influencia en la Ciénaga, la muerte de aproximadamente cinco toneladas de peces a causa de la sequía y la falta de oxigeno en el espejo lagunar, es una tragedia quizás nunca antes vista en la región.
Andrés Tinoco, pescador de Bellavista, el corregimiento más afectado y hacia donde ha sido direccionada la mayor parte de las ayudas, dijo que 'esto es un infierno'. 'Estamos atravesando una crisis jamás vista y esperamos más presencia del Estado', comentó.
Destacó que no hay nada que comer, pues el principal renglón de la economía se está acabando. 'No hay peces, la sequía los está matando', precisó.
Indicó que por causa del hedor que invade la comarca y el consumo de agua no potable hay muchos niños con problemas de respiración y estomacales. 'Estamos angustiados', anotó.
De acuerdo con los habitantes aproximadamente son cinco toneladas de peces los que han muerto, en su mayoría de la especie Mojarra, Barbul, Arenca y Bocachico.
El proceso de recolección de los animales se inició con participación de la comunidad, Los peces son enterrados en varias fosas del área rural.
SOS DE ALCALDES
Los alcaldes de Cerro de Antonio, Edgar Fernández Lafaurie y de Concordia, Pedro Ospino Castro, fueron los primeros en lanzar la alerta desde sus territorios y juntos, con el apoyo de la gobernadora Rosa Cotes, buscan que el alto gobierno intervenga.
El primero de los citados (Fernández) manifestó que si bien la emergencia tiene como principal factor la sequía, no menos cierto es que el dragado que hace 15 años se hizo a la Ciénaga sin un estudio de impacto ambiental, ha incidido.
Planteó que como solución de mediano plazo se haga un dragado serio, al igual que se canalice el caño de Cerro de San Antonio.
'También hay que hacer una reforestación acompañada de un programa de repoblamiento piscícola, al igual que capacitación a los pescadores para que aprendan mejores prácticas', comentó.
El mandatario de Concordia, Pedro Ospino, recalcó que lo que se está viviendo 'es una crisis humanitaria sin precedentes'.
Aunque la mayor crisis se registra en el corregimiento Bellavista, conocido también como Moya, ubicado en el municipio de Concordia, otras poblaciones aledañas también padecen. Esas son Rosario de Chengue, Bálsamo y la propia cabecera municipal.
Pero igualmente los efectos nocivos se sienten en los corregimientos de Candelaria, Jesús del Monte, Concepción y en la cabecera municipal del Cerro de San Antonio.
LAS AYUDAS.
En un Consejo de Gobierno Ampliado y una mesa de trabajo, presidido por la gobernadora del Magdalena Rosa Cotes en la biblioteca del colegio de bachillerato de Concordia, se escuchó a las fuerzas vivas de los dos municipios afectados.
El equipo social del Departamento llevó ayuda humanitaria, repartiendo 1000 mercados y distribuyendo agua.
Funcionarios de Cormagdalena y Corpamag realizaron la evaluación técnica y científica del impacto ambiental para tomar decisiones de fondo.
La administración departamental espera que el presidente Juan Manuel Santos o los ministros de salud o ambiente, visiten el territorio.