Un acopio de carbón a cielo abierto ubicado en el casco urbano de Santa Marta, fue sellado por el Departamento Administrativo Distrital del Medio Ambiente (Dadma), debido a que contraviene normas legales y constituye una amenaza para la salud humana.
El mineral, en número aproximado a las 7 mil toneladas, había sido apilado en un área cercado por arbustos, en inmediaciones al barrio La Esmeralda, al oriente de la ciudad y a escasos 15 metros de la ronda hídrica del río Manzanares.
Moradores de este sector y de otros adyacentes, caso particular, Buenos Aires, hicieron pública la denuncia, debido a que el polvillo no les permitía vivir tranquilos, pues además de impregnarse en el cuerpo, afectaba la salud, especialmente de los niños, en donde los cuadros clínicos de gripa y asma se elevaron en los últimos 20 días.
Ante el llamado comunal, el Dadma, a cargo del ingeniero Jaime Avendaño, adelantó una inspección corroborando la queja, por lo que se optó por la parálisis de operaciones en el que se denomina Parque Logístico El Retiro.
'Le suspendimos las actividades de almacenamiento de carbón que venían realizando, determinación que ya habíamos adoptado el año pasado, es decir, que reincidieron en la falta', dijo el funcionario.
Explicó que ya le habían dado un plazo al dueño para retirar el carbón del predio, advirtiéndole que violaba claramente el uso de suelo, generando una condición de riesgo para el ecosistema. Sin embargo, al decir del director del Dadma, 'lo más grave es la afectación que puede causar en la comunidad'.
'Este carbón fue colocado cerca de una zona residencial y a una ronda hídrica', anotó Jaime Avendaño.
Una caleta
Al observar la manera cómo el mineral apilado era protegido por una cerca de arbustos, haciéndose invisible para quienes desde la carretera (Vía Alterna) transitan, el director del ente rector del medio ambiente en la ciudad expresó: 'No hay dudas que estamos ante una típica caleta'.
Y acto seguido señaló: 'Lo que se les viene (a los empresarios) es grande, por su irresponsabilidad y por la burla hacia la autoridad ambiental'.
Por su parte Osvaldo Castro, morador del sector amenazado por el carbón, dijo que 'lo que más nos preocupan son los niños'.
'Cuando regresan a casa de la escuela, vienen tiznados y tosiendo; algunos apretados del pecho', comentó.
Se supo que el traslado del material carbonífero estará a cargo de la empresa responsable de haberlo depositado en esa zona y que por la cantidad existente, el proceso se cumple durante 15 días.