Miembros de barras y pandillas: noche de paz escuchando a Calle 13
Como todos los días una madre rezaba por su hijo ella temía en la calle algo malo le pasara, pero aquel presentimiento de aquella madre nunca falló.(Mister Black)Ahí estaban los 32 pelaos, con sus gorras de béisbol, sus vaqueros ajustados, zapatillas de goma, lentes oscuros, cortes a la moda y uno que otro ‘blind blind’ pendiendo de su cuello.Muchachos corrientes que a su corta edad la vida ya les ha jugado duro y a falta de oportunidades y debido a la segregación, la pobreza y el abandono estatal, se agruparon como mejor podían en ‘parches’, barras bravas, pandillas y combos, que fue la oferta y el primer postor que encontraron en la calle, como un mecanismo de defensa que se convirtió en su propia trampa.El viernes a las 2:30 p.m. este grupo de jóvenes en situación de riesgo, pertenecientes a las distintas localidades más vulnerables de la ciudad, estaban concentrados en el salón Cayena de Comfamiliar sede Centro, compartiendo sus experiencias de vida en un territorio neutro donde las viejas rencillas y la lucha por el territorio no tuvieron cabida.Como parte del proceso de intervención psicosocial que viene ejecutando la Alcaldía de Barranquilla, el Fondo de Seguridad y Convivencia Ciudadana, con el apoyo de la Universidad del Atlántico y la Fundación Proceder Siglo 21, estos 32 pelaos, muchos de ellos líderes de sus ‘parches’, fueron invitados al concierto que Calle 13 ofreció el viernes en el estadio Romelio Martínez, buscando un acercamiento y la generación de confianza entre ellos y las mismas entidades que realizan la intervención. Entre bromas y sueltos de sus prevenciones habituales, estos jóvenes recibieron en total tranquilidad, las charlas ofrecidas por algunos funcionarios de la fundación, además de recibir un taller de relajación muscular y ejercicios básicos de yoga a cargo de Jairo Vergara, más conocido como ‘El Negro’.En un ambiente relajado los muchachos asistieron a la proyección del documental La Clave, de la realizadora venezolana Mariela Sossa, que explora la relación del reguetón y la salsa, su acervo en el barrio y su base netamente popular, con la que la gran mayoría de los jóvenes sintieron empatía.La tarde se fue diluyendo entre risas, pasos de breakdance, champeta, promesas y compromisos de cambio .“Aquí hay gente de Los Tabaquitos, Los Insoportables, Los 88 locos, gente del Frente Rojiblanco. Aquí hay pandillas que tenían conflictos. Broder nosotros hemos tenido muertos, pero ya es hora del cambio, de transmitir este nuevo pensamiento de paz y la plena es que queremos cambiar a lo bien. Estamos agradecidos con la Alcaldía por esta oportunidad”, comentó Donald, uno de los invitados.Por eso yo soy bochinchero y no como de cuento yo me porto bien no me gusta lo malo, me gusta el al garete a la bien...Corearon con gusto la canción Malandreo, de Mister Black, una de las estrellas de la champeta criolla antes de partir hacia al concierto.“A nosotros nos han señalado mucho, pero es que no nos entienden. Estoy muy contenta me parece bacano esto que está haciendo la Alcaldía con nosotros. Cuando se acabe esto vamos a ser otras personas”, explicó ‘Daya’ una joven de 17 años que lleva 5 como miembro de la barra brava.Instalados en las graderías muchos respondieron con danza y aplausos la entrada de Pernett con su cumbia galáctica impregnada del aroma del mar y de los nuevos sonidos urbanos que calentaron los motores.Con un estadio parcialmente lleno, los distintos parches se acomodaron a su antojo y algunos se quitaron las camisetas que los identificaba como jóvenes en paz.Chocquibtown los puso a gozar con su sabor a pescao y chontaduro y esa noche no hubo territorios vedados y las navajas se cambiaron por la risa, los saltos, la camaradería y la magia de la música, un analgésico natural que los hizo olvidar por un momento de las rencillas y los ratos amargos.El ídolo es recibido con una ovación electrizante que caminó todas las graderías, entre gritos y una salva de aplausos prolongada. Calle 13 salió al ruedo con todo su voltaje y con esas líricas que en unos causan escozor, en otros sonrojos y en muchos identificación.“Es la primera vez que yo vengo a una vaina de estas y es muy bacano pana, esto es una locura, que vacile mi hermano, ese loco canta la plena, las vainas como son en la realidad”, aseguró Ciro, del parche de los Manteníos de la 58. Hay poco dinero pero hay muchas balas, hay poca comida pero hay muchas balas... rapeaba René, en medio del sudor y la euforia colectiva de un pueblo que ovacionó cada una de sus canciones.Atención integral El alto consejero para La Seguridad y Convivencia, Guillermo Polo, aseguró que se decidió lograr un conocimiento a fondo del fenómeno de las pandillas y la violencia juvenil. El proceso va en una de las primeras fases donde se están identificando líderes, territorios y perfiles, para luego crear una propuesta de atención integral. “Ese trabajo dura 4 meses, al final vamos hacer una intervención. Limpiarles la mente, abrirles el mundo. Después de cumplidas las fases van a tener una oferta de educación, de empleo, que monten su propia empresa o ubicarles empleos en el Distrito o la empresa privada”. Por Carlos Polo