La reciente y constante problemática de restricciones en el Puerto de Barranquilla ha desatado una ola de comentarios y críticas sobre la forma en la que el Gobierno ha manejado el mantenimiento del canal navegable de la zona local.
El método de dragado reactivo de Cormagdalena ha 'condenado' a la zona portuaria año tras año a la pérdida de confianza y de competitividad frente a los puertos vecinos.
El mismo Distrito, portuarios y los diferentes gremios han reclamado al Gobierno para que sea desde Barranquilla que se maneje y gestione el mantenimiento del canal de acceso, con los recursos de las contraprestaciones de las diferentes concesiones portuarias.
Los académicos y expertos en la materia también se han sumado al debate argumentando que, más allá de los dragados, es necesario cambiar la estrategia que se está aplicando para mantener las condiciones de navegabilidad.
¿Por qué no se detectó con anterioridad que el sector que hoy tiene restricciones podría tener problemas de calado y esperar hasta que ya era evidente la necesidad de restringir el canal de acceso?, cuestionó el ingeniero Humberto Ávila, director del Instituto de Estudios Hidráulicos y Ambientales de la Universidad del Norte (IDEHA).
El experto explicó que para mejorar en este aspecto, primero es 'necesario' aumentar la frecuencia de los monitoreos con equipos de última tecnología para batimetrías y mediciones de caudal y velocidad.
También se deben hacer —según Ávila— análisis y modelaciones hidromorfológicas con el fin de identificar las tendencias evolutivas del fondo del río. 'Es fundamental incrementar el conocimiento del río Magdalena con proyectos de investigación aplicada que permitan reducir los márgenes de incertidumbre en la toma de decisiones. De esta manera sería posible tomar acciones preventivas de dragado en sectores que, aunque no presenten problemas de profundidad, su tendencia indicaría que podría tener problemas de calado en el corto plazo', detalló el ingeniero.
Asimismo, Ávila señaló que la estrategia no debe solo basar en mediciones y criterio de una sola entidad, sino que también se requieren modelaciones predictivas y análisis por parte de distintas entidades como la Dirección General Marítima, Cormagdalena y el Observatorio del Río Magdalena de la Uninorte, las cuales tiene capacidad de dar respuesta a estas necesidades.
Sin estudios
El consultor marítimo Enrique Lequerica recordó que el río Magdalena, desde 1972 disponía de un Laboratorio de Ensayos Hidráulicos, en el que se recopilaban las mediciones, se monitoreaba el río y había forma de hacer modelaciones mayores.
No obstante —enfatizó— dicho laboratorio fue cerrado 'sin mayores explicaciones' y trasladado hasta Honda-Tolima. 'Los documentos, estudios y archivos de data están incompletos y algunos desaparecidos y no hay mediciones responsables desde 2014, por lo que no se ha monitoreado el río y mucho menos se han hecho modelaciones a intervenciones mayores.
Lequerica sostuvo que aunque el Puerto Marítimo de Barranquilla es una infraestructura de Transporte propiedad del Estado a cargo de Cormagdalena, que tiene jurisdicción solo hasta Bocas de Ceniza, que es el kilómetro cero del canal, no ha hecho 'lo suficiente' para medir, monitorear y trabajar sobre la zona fluvio-marina, mar adentro desde el kilómetro 0. 'El Ministerio nunca ha establecido un canal navegable oficial, ni se ha preocupado por saber si otras entidades cumplen a cabalidad sus funciones de Ley. El Puerto marítimo no tiene canal navegable oficial, no tiene datum de referencia, ni mareógrafo propio, ni mediciones de niveles del río. La información hidrográfica es insuficiente y los aforos líquidos escasos y de uso casi exclusivo de la academia', cuestionó el consultor.
¿Y el Invías?
El ingeniero Manuel Alvarado, quien estuvo al frente del laboratorio hidráulico de Las Flores, coincidió en que es 'necesario' garantizar el monitoreo permanente en el río Magdalena y en el Mar por parte de la Dimar y Cormagdalena.
Alvarado precisó que es 'indispensable' que el Instituto Nacional de Vías (Invías) responda con la entrega del estudio que contrato hace dos años. 'No todo debe referirse y tratarse exclusivamente con los dragados, el monitoreo es necesario para la toma de decisiones. Sobre este tema no se ha avanzado desde que se cerró el laboratorio de Las Flores', señaló el experto.
Cabe recordar que el estudio de Invías fue suspendido en febrero de este año y se encuentra a la espera de un trámite de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales.