Lo que faltaba en este panorama de guerra y violencia que azota el país. Que dos comunidades de pescadores que toda la vida han compartido las riquezas que les ha ofrecido el embalse del Guájaro, ahora estén trenzados en un enfrentamiento, casi que en una guerra en medio de ese cuerpo de agua.
Esto es lo que está sucediendo con los pescadores de Luruaco y del corregimiento de La Peña en los últimos días: amenazas, hostigamientos y ataques armados entre bando y bando.
Los enfrentamientos dejan hasta la fecha doce pescadores heridos a bala, según afirma Humberto Currea Yépez, dirigente de la Fundación Municipal de Pescadores y Ambientalistas de Luruaco.
MOTIVOS DEL CONFLICTO
De acuerdo con Currea Yépez, desde 1994 pescadores de Luruaco han sido víctimas de ataques y agresiones por supuestos pescadores de La Peña.
Estos, según el líder luruaquero, utilizan la denominada operación ‘Redondel’, que consiste en sorprender a los pescadores de Luruaco, rodeándolos en el agua en una circunferencia de 360º, lanzándoles improperios y robándoles todas sus pertenencias, incluyendo el producto de la pesca, las cavas, canoas, trasmallos, atarrayas, dinero y celulares.
Los hombres que dicen ser pescadores de La Peña andan armados con revólveres y escopetas, asegura el dirigente. 'En varias ocasiones han dejado a los de Luruaco solo en ropa interior', manifiesta. Los bandos en pugna argumentan que esta ‘Guerra del pescado’, como la han denominado, obedece a factores que van desde el uso de métodos ilegales para pescar, hasta la necesidad que tienen cerca de seis mil familias de llevar alimentos a sus hogares y comercializar el excedente de la faena para otros gastos.
LOS CASOS MÁS RECIENTES
Hace aproximadamente tres meses ocurrió un intercambio de disparos entre supuestos pescadores con la Policía, resultando heridos tres pescadores de Luruaco y un uniformado de apellido De la Rosa, a quien le dieron un tiro en la cara. Hace 15 días fueron atacados pescadores de Arroyo de Piedra. Los obligaron a correr y dejar sus elementos de trabajo, los cuales les fueron hurtados.
El martes 26 de agosto de este año la cuadrilla de pescadores de Ángel Otero fue agredida, hurtándole todo el equipo de trabajo incluyendo la canoa. A las 11:30 de la noche del 27 de agosto, las cuadrillas de Jesús María López Otero, Vicente Alcázar Ballestas y Efrén Pájaro Toro, fueron atacadas con tiros de escopetas. Durante el hostigamiento, perpetrado por hombres que iban en cinco canoas, resultó herido de un tiro en la espalda Jesús María Otero, de 26 años; y Vicente Alcázar Ballestas, de 43. Este último fue impactado a la altura del ombligo. A ambos los atendieron en el Hospital de Luruaco. El viernes pasado se recrudecieron los choques, dos cuadrillas de pescadores de Luruaco y Arroyo de Piedra fueron atacadas a bala por hombres que estaban pescando en el embalse del Guájaro. 'Apenas nos vieron se cubrieron los rostros con pasamontañas y nos dispararon. Gracias a Dios no hirieron a nadie, pero nos robaron siete canoas y nueve trasmayos, avaluados en 15 millones de pesos', sostuvo Jesús María López.
PROPUESTAS
Para solucionar este grave problema la Fundación de Pescadores y Ambientalistas de Luruaco propone al gobierno departamental y nacional que compre por lo menos 8 o 10 hectáreas de tierra y se las adjudique a las organizaciones pesqueras legalmente constituidas, y se les construyan unos estanques para la cría de peces, lo cual permitiría la oxigenación, estabilidad y armonía en el embalse del Guájaro para acabar o detener la pesca ilícita,dice Humberto Currea. Plantean también el montaje de proyectos productivos de cultivo de peces tanto en el Guájaro como en la Laguna de Luruaco y la de San Juan de Tocagua. Estos proyectos deben ir acompañados, según Currea, de la construcción de un muelle en el puerto de Arroyo de Piedra y en la Laguna de Luruaco, de uso público y turístico. 'Esta infraestructura sería administrada por las organizaciones pesqueras. En estos proyectos deben incluirse una casa palafítica y una lancha o canoa con motor fuera de borda, así como elementos de comunicación con la Policía y el Ejército para proteger la siembra.
HABRÁ PRESENCIA DEL EJÉRCITO
El jueves de la semana pasada el gobernador del Atlántico, José Antonio Segebre, visitó la zona del Guájaro y se reunió con un grupo de pescadores, a quienes anunció que esta semana el cuerpo de agua estará vigilado por el Ejército, y que desde octubre se estarán realizando patrullajes en lanchas. Por su parte los pescadores de La Peña se defienden y acusan a los de Luruaco y Arroyo de Piedra de estar destruyendo los recursos naturales del embalse del Guájaro.
'Los pescadores de Luruaco y Arroyo de Piedra utilizan arrastre con trasmallos, y eso acaba con todas las especies', sostuvo Ubaldo Machacón, pescador de Aguada de Pablo, jurisidicción de Sabanalarga. De acuerdo con la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca, en Luruaco y Arroyo de Piedra son cerca de 260 las personas que se dedican a este oficio. Mientras que en La Peña se estima que son 400. Lo cierto es que el ambiente en el embalse del Guájaro está enrarecido con este conflicto que enfrenta a los pescadores. Cuando salen a pescar sus familias no saben si los volverán a ver. Un viejo pescador que ya colgó sus atarrayas dijo con el ceño fruncido que lo único que hacía falta es que los pescadores se estén matando entre ellos para conseguir el sustento de sus familias.
IBAN A BLOQUEAR
Pescadores de Luruaco y Arroyo de Piedra amenazaron ayer con bloquear la Vía de la Cordialidad para llamar la atención de las autoridades sobre el conflicto que los mantiene enfrentados con los del corregimiento de La Peña.