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Envuelta en llamas, así terminó la ‘dulce espera’ de Dana Carolina Solano Castro. La ilusión de la chinuana de 19 años, que llegó el pasado 6 de junio a la Clínica San Martín, en el norte de Barranquilla, para dar a luz a su hijo se 'complicó' a causa de un 'hecho adverso', que dejó cicatrices en el 15% de su cuerpo y en su joven alma de madre primeriza.

Su tragedia comenzó a los dos minutos de iniciada la cesárea que tenía programada en el centro asistencial, a través de Mutualser, la EPS del régimen subsidiado a la que está afiliada, cuando los especialistas responsables de la intervención detectaron la 'aparición de llama y humo por debajo de los campos quirúrgicos'.

EL HERALDO tuvo acceso a la historia clínica de la mujer, en la que reza que tras identificado el fuego en la sala de cirugía, 'se sofoca mecánicamente' y 'al levantar los campos se evidencian en la paciente quemaduras en la región dorsal y lumbar derecha, y en la cara externa del muslo'.

Hoy cumple 40 días internada en la entidad médica, ubicada en la carrera 43 con calle 70. No ha podido amamantar a su bebé, que está al cuidado de la abuela paterna hasta que logre sanar las heridas del fuego que carcomió su piel.

Su familia todavía no da crédito a lo que le ocurrió, no comprenden cómo alguien puede resultar afectado en manos de médicos.

La situación fue conocida por representantes de la Secretaría de Salud Distrital, que visitaron el centro asistencial tres días después, el 10 de junio.

Asimismo, Rafael Peña Díaz en representación de la Personería Distrital, levantó un acta luego de la inspección de las autoridades, tras ser llamado por la hermana de la joven, María Fernanda Solano.

El apoderado y abogado de la paciente, Miguel José Hernández Meza, asegura que en uso del derecho de petición, consagrado en el artículo número 23 de la Constitución Política de Colombia, solicitó el historial del caso a la entidad en cuestión, sin embargo, en el documento no esclarecen los motivos que provocaron el incidente.

'Este es un caso muy grave de negligencia institucional, porque estamos hablando de una persona que entró en buenas condiciones de salud y terminó con otras muy diferentes. Antes del procedimiento fue afectada, y la clínica no ha dado explicaciones de lo que ocurrió', señaló el jurista.

Pese a que el gerente de la institución, Rubén Darío Trejos Castrillón, le manifestó al esposo y a la madre de la mujer, Mauricio Martínez y Eida Castro Ruiz, que la clínica 'lamenta los hechos ocurridos y se compromete a realizar todas las acciones médicas pertinentes para reparar los daños ocasionados en este evento adverso', el apoderado recordó que lo que la familia desea es que ella sea trasladada a un centro que tenga un pabellón especial para pacientes con ese tipo de heridas.

'Nosotros como tal no tenemos pabellón de quemados, porque aquí no se manejan quemados, no está dentro de nuestro portafolio, pero tenemos cirujanos plásticos y como ese evento adverso es de nosotros, la clínica es la que tiene que responder, por lo tanto estamos manejando todo con un tratamiento especial. Sus heridas están en un buen porcentaje de curación, no ha tenido ninguna complicación. El compromiso es hacer todo lo que necesite para quedar bien', explicó Trejos.

Acerca del origen de las llamas, Trejos sostiene que realizaron una evaluación técnica de lo sucedido y están 'en proceso de investigación'.

Entre tanto, la madre permanece en una habitación especial, acompañada de personal auxiliar, recordando entre sollozos los nueve meses en los que soñó con el día que su pequeño llegara al mundo.

En el acta suscrita por la Personería y el gerente de la clínica, figura que existen 'serias quemaduras en pecho y espalda', lesiones denominadas como de 'tercer y cuarto grado en tejido'.