
Chema Bala, condenado por la masacre de Bahía Portete, pide ser escuchado en la JEP
José María Barros, como es su nombre, lleva 15 años en una cárcel de Estados Unidos a donde fue extraditado por narcotráfico y está próximo a cumplir su condena.
José María Barros, el wayuu conocido como Chema Bala, quien está extraditado por narcotráfico y condenado a 40 años de prisión por la masacre de Bahía Portete, está próximo a terminar su condena en Estados Unidos y pidió ser escuchado en la Jurisdicción Especial para la Paz JEP.
Según su hija Damaris Barros, su padre lleva ya quince años en una cárcel norteamericana y a su regreso al país quiere contar la verdad sobre los hechos ocurridos en esa masacre perpetrada por paramilitares y que dejó cuatro personas muertas y dos desaparecidas. Por eso ya presentó la solicitud a la JEP.
“El único que puede saber lo que pasó en Bahía Portete, es alias Pablo y en su declaración dice que mi papá no tuvo nada que ver con eso”, asegura Damaris.
Se refiere a la declaración de este en la Fiscalía 68 de la Unidad Nacional de Derechos Humanos dentro del proceso de Portete.
Allí textualmente dice: “empezando que la familia Barros nunca perteneció al Frente Contrainsurgencia Wayuu y si ellos lo están diciendo es una gran mentira”. En otra parte de la declaración afirma que solo tuvo relación de amistad con Chema Bala.
En la masacre de Bahía Portete murieron Margot Fince Epinayú de 70 años, Rosa Fince Uriana de 46 años, Rubén Epinayú de 18 años, torturado y amarrado a una camioneta, además de una persona sin identificar de la cual solo se encontró un brazo calcinado.
También se encuentran desaparecidas Reina Fince Pushaina de 13 años de edad y Diana Fince Uriana de 40.
A pesar de esto, tanto Chema Bala, como otros ocho de sus familiares están vinculados a las investigaciones. Él y su sobrino Adrián Agustín Bernier, ya están condenados, presos y señalados como integrantes del Bloque Norte de las Autodefensas.

“Si José María Barros tiene voluntad de verdad lo que debe hacer es revelar donde están las desaparecidas
Los delitos por los cuales fueron condenados son homicidio agravado, desaparición forzada, tortura, terrorismo, hurto calificado y concierto para delinquir, aunque la Alta Corte ordenó a la Fiscalía abrirles otro proceso por desplazamiento forzado.
Damaris se ha pronunciado muchas veces porque dice que no quiere que las nuevas generaciones de su familia no se vean afectadas con la estigmatización a que han sido sometidos.
A pesar del pedido de Chema Bala para contar la verdad en la JEP, En el Informe del Grupo de Memoria Histórica de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación, se indica que las organizaciones Wayuu Munsurat y Akotchijirrawa de Bahía Portete han respondido las comunicaciones de Damaris, enfatizando que la verdad ya está plenamente documentada en los expedientes judiciales y en la memoria del pueblo Wayuu.
“Si José María Barros tiene voluntad de verdad lo que debe hacer es revelar donde están las desaparecidas”, piden las víctimas de la masacre.
El único wayuu en la cárcel de Texas
José María Barros es el único indígena wayuu que está en la cárcel de Texas, en Estados Unidos. Su hija afirma que la vida le ha cambiado totalmente, porque ha estudiado, ya maneja un computador y sabe algo de inglés, sin embargo asegura que además de su familia, lo que más extraña es la comida guajira y hablar en wayuunaiki.
“En la Modelo de Bogotá terminó la primaria y ahora está estudiando la secundaria. Con él nos comunicamos a través de un correo especial cada semana, pero hace unos ocho años no vemos una foto de él”, indicó.
Afirma que desde allá está pendiente de sus 14 hijos, sus nietos, bisnietos y 52 hermanos, además de las actividades de la familia. Sigue siendo el jefe del hogar, aseguró Damaris.
Dice que sin embargo desde que fue extraditado a Estados Unidos nunca ha sido visitado en la cárcel por nadie, ni siquiera le permitieron hablar con unos periodistas que en un par de ocasiones lo buscaron para entrevistarlo.