Los docentes de La Guajira han ratificado que no están de acuerdo con el inicio de clases presenciales a partir del primero de agosto, tal como lo estableció el presidente de la república Iván Duque.
Luis Guerra Peña, presidente de la Asociación de Educadores de La Guajira Asodegua, afirmó que la situación de muchas instituciones en esta región del país, no es la mejor para el inicio de clases y cumplir con los protocolos de bioseguridad para evitar un contagio de la COVID-19 entre la comunidad educativa.
'No hay condiciones en los colegios, la infraestructura no permite el aislamiento, hay problemas de salubridad, porque no hay agua en algunas instituciones. No es un capricho, es que estamos defendiendo el derecho a la vida y la salud de los profesores, los alumnos y los padres de familias', enfatizó.
Agrega que si se mantiene la fecha del primero de agosto para el reinicio de clases presenciales, los docentes entrarán en desobediencia civil, la cual dijo 'está más que motivada y argumentada'.
'Estamos orgullosos de nuestros profesores porque han puesto a disposición del derecho de educación sus instrumentos tecnológicos, sus computadores, sus teléfonos, sus planes de datos, sus celulares, para poder lograr comunicarse con los estudiantes y padres de familia', indicó.
Explica que un 60% de los alumnos se mantiene vinculado a la escuela, gracias al esfuerzo de los maestros que los estimulan para que no haya deserción.
En algunos colegios hay obras sin terminar
En la Institución Educativa José Antonio Galán sede Cooperativo de Riohacha la comunidad educativa, denuncia que hay una obra que comenzó a ejecutarse en febrero del 2019, pero que fue contratada en el 2017 y aún no ha terminado.
Argelis Pabón Jiménez coordinadora del colegio dice que este año la obra que se inició en la administración distrital pasada, ha sido suspendida tres veces, primero por adición presupuestal para hacer la construcción con bases y columnas para construir una segunda planta en un futuro, después por falta de material para trabajar y desde noviembre de 2019 no se trabaja en la obra porque la cuentas del contrato están embargadas.
En esta institución hay 613 estudiantes de transición y primaria en jornada matinal y vespertina y 150 estudiantes adultos en la nocturna, los cuales no tendrían donde comer, ni donde hacer sus necesidades, porque el comedor y las baterías sanitarias no están terminadas.
'Esta sede no cuenta con las condiciones mínimas de bioseguridad para retomar las clases presenciales. En el momento no hay comedor escolar, no hay lavamanos y existen 4 sanitarios provisionales los cuales deben ser bajados con un balde de agua por los propios niños, situación que es un foco de contaminación', explica la docente.
Añade que se atiende una población estudiantil de extrema vulnerabilidad, de la cual 110 estudiantes son migrantes.
'En estos momentos una de las grandes dificultades es la falta de conectividad que tienen muchos padres de familia, son muy pocos los que tienen computador o tabletas en sus casas y los acompañamientos académicos se dan a través de chat por WhatsApp, Messenger o llamadas telefónicas que realizan los docentes, además de los audios o vídeos que realizan los estudiantes y publican en los grupos de WhatsApp que existen', explica.