Compartir:

En medio de lamentos, llanto y presa de una fuerte conmoción, Tony Cabarcas, de 29 años y taxista de oficio, manifestó la indignación y el dolor que le producen las absurdas condiciones en que su hijo Carlos Andrés Cabarcas, de escasos seis años, perdió la vida.

El recuerdo del pequeño no lo dejó un solo momento mientras realizaba las diligencias en las oficinas de Medicina Legal para recibir el cuerpo de esa criatura a la que le profesó su amor de padre.

'¡Ay papi me dejaste solo papi, tú que me decías que no me ibas a dejar solo papi. Ay Dios mío mi niño, mi niño!', se repetía con insistencia como buscando un autoconsuelo en medio de esa terrible pesadilla de la que quisiera despertar y que su niño aún esté con vida.

Según algunos de sus familiares, la noche del pasado lunes, mientras Cabarcas rodaba tranquilamente por las calles de la ciudad a bordo del vehículo de servicio público que le suministra el sustento a su familia, una incompresible celada del destino lo llevaría por el camino equivocado donde le esperaba la tragedia.

De acuerdo con los testimonios, a las 9:45 de la noche Cabarcas iba al frente del timón del taxi acompañado por su pareja Chirly Escorcia, que se desplazaba como copiloto; un vecino, el pequeño y una de sus hermanas viajaban en las sillas de la parte posterior del vehículo. Al desembocar por la calle 10 entre carreras 22 y 23, del barrio La Luz, cerca donde pretendía entregar la suma de 20 mil pesos a un familiar de su compañera sentimental.

En palabras de este padre adolorido, apenas el taxi cruzó la bocacalle notó que un sujeto adoptó una actitud prevenida y sospechosa que le hizo pensar que iba a ser víctima de un asalto y eso hizo que pisara el acelerador de forma automática.

Una vez rebasó a los dos sujetos escucharon el sonido atronador de un arma de fuego que hizo que su compañera ordenara a los tripulantes a bajar la cabeza y el niño, que iba en medio de su vecino y su hermana, se desplomó.

Desde ese momento se inició para Cabarcas una lucha feroz para salvar la vida de su hijo.

El padre contó que antes de llegar al centro asistencial del barrio Simón Bolívar se topó con una ambulancia a la que detuvo enseguida, explicándole al conductor que su hijo había recibido un impacto de bala en la parte posterior de su cabeza y necesitaba atención urgente.

La ambulancia trasladó al menor al Hospital Universidad del Norte ubicado en la calle 30, donde el menor recibió las primeras atenciones, sin embargo la gravedad que revestía su condición hacía necesario su traslado a una clínica de mayor nivel y se acordó su traslado al hospital Cari de alta complejidad. Pero, según la familia, esto no fue posible porque no habían ambulancias disponibles.

'Ahí lo estaban estabilizando y me dijeron que teníamos que esperar hasta las dos de la mañana porque no había ambulancias ¿cómo es posible eso?', se preguntó entre lágrimas Doris Simmons, tía de la pareja de Cabarcas.

'Es que nos decían que lo estaban estabilizando, después nos dijeron que teníamos que esperar que llegara la ambulancia porque no había en el momento, hasta que le dijeron a él que buscara una ambulancia y él llamó y aparecieron los de AMA, que primero me dice él que pidieron $500.000 y después lo bajaron a 250 mil y le dijeron que tenía que pagar primero, si no, no lo transportaban. Eso es inhumano', relató Francis Cabarcas, tía y madre de crianza del padre del menor.

La mujer y otros de los familiares de Cabarcas también aseveraron que solo hasta pasadas las dos de la mañana arribó una ambulancia de la Cruz Roja gracias a la intervención de una agente de la Policía que se encontraba en el sitio, 'pero ya era tarde, cuando quisieron hacer el traslado el niño se murió', afirmó Francis.  

Buscan a alias Cuqui. El comandante de la Policía Metropolitana, general José Vicente Segura, informó que su personal adelantaba operativos especiales (con patrullas y helicóptero) para dar con los responsables y que, de hecho, existe un retrato hablado de uno de estos sujetos. Se trata de un hombre conocido con el alias de Cuqui, señalado por la misma comunidad. (Menores asesinados con arma de fuego 2013-2014)

La Policía está ofreciendo 5 millones de pesos por información que ayude a su captura. 'Ya estamos trabajando con la Fiscalía con el objeto de tener la orden de captura y esperamos poder tener muy pronto una captura sobre este hecho', indicó Segura.

Entre tanto, en casa de Carlos Andrés, ese niño vivaz, vital, alegre y lleno de energía que hoy llora una familia entera, se quedaron esperando su ropa nueva de estrene, los artículos decorativos y en términos generales los preparativos de su fiesta de cumpleaños que se iba a realizar el próximo 20 de marzo.