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El 2020 marcó para siempre la vida de las familias Díaz Lefevre y Guerrero Moreno, quienes perdieron cada una a un ser querido, en hechos aislados. Hoy, casi dos años después, ellos piden justicia por las muertes.

La mañana del 19 de mayo de ese año, en medio de la cuarentena, se conoció el caso de la pequeña Kylie Díaz Lefevre, de 7 años, que a escasos días de cumplir 8, su vida fue arrebata por dos impactos de bala cuando se disponía a comprar unos fritos para su desayuno en una casa vecina del barrio Rebolo.

Al parecer, en medio de una persecución, un ladrón trató de ocultarse en la misma casa donde estaba la pequeña y un uniformado de la Policía abrió fuego para intentar evitar la fuga. Sin embargo, dos de los balazos terminaron en la humanidad de Díaz Lefevre.