
“Es un trabajo silencioso, pero grande y que muchos desconocen”
El mayor (r) del Ejército Néstor Rodríguez es el director de la Defensa Civil en el departamento del Atlántico. Este plantea los retos que tiene la unidad de ayuda y rescate en la zona.
Veintitrés años en el Ejército Nacional y de servicio a la patria no fueron suficientes para este profesional en Ciencias Militares, que nació en la capital del país pero ama a Barranquilla, y que por sus venas corre el don de ayudar a los demás.
Su nombre es Néstor Armando Rodríguez, de 46 años y quien desde hace cinco es el director de la Defensa Civil en el Atlántico. Su oficina, que funciona en el cuarto de una casa ubicada en el barrio Recreo, en la ciudad de Barranquilla, está llena de reconocimientos y de placas otorgadas por esa entrega, amor y pasión por lo que hace.
“Yo llevo 5 años liderando este bonito trabajo con voluntarios de todo el departamento con un corazón grandísimo. Nuestra misión es atender las emergencias, somos garantes del medio ambiente, realizamos trabajos ambientales, sociales y con las comunidades. Estoy enamorado de Barranquilla y enamorado de mi trabajo”, expresó Rodríguez.
Uno de esos tantos reconocimientos le fue otorgado por ser la primera delegación del país en atender la emergencia por el huracán Iota, que se produjo el 16 noviembre del 2020.
“Los voluntarios del Atlántico fuimos los primeros en Colombia en atender la emergencia de San Andrés y Providencia. Estos dejaron sus hogares, su trabajo, su familia. Fuimos condecorados por Presidencia y, con orgullo, pude decir que había venido con personal del departamento del Atlántico”, recordó.
Pese a tener la voluntad de realizar un trabajo eficiente y contar con voluntarios siempre dispuestos, el trabajo sigue siendo deficiente por las muchas necesidades que como entidad presentan, expresó.
El directivo explicó que la Defensa Civil en estos momentos funciona en una casa ubicada en el barrio Recreo donde los cuartos han sido habilitados como oficina, sala de capacitación y bodega para guardar equipos de primeros auxilios y dotación, entre otros.
“Nos gustaría contar con una sede propia donde hayan depósitos, las instalaciones no son propicias, tenemos muy buenos insumos y buenos equipos, pero no tenemos buenas adecuaciones, pues no tiene capacidades para guardar todos nuestros elementos, necesitamos un lugar propicio para capacitar, donde tengamos parqueaderos. Al lado de la estación de bomberos de Barranquilla tenemos un lote con más de 1000 metros cuadrados dispuesto para lo que sería nuestra sede, lo hemos solicitado en varias ocasiones pero nos hace falta más apoyo”, detalló el funcionario.
A pesar de las carencias y falta de ayuda que les permitan realizar un trabajo óptimo, él y su equipo de voluntarios, día a día, se esfuerzan por capacitarse, por entregarse cada vez que se presenta una emergencia ya sea en el Atlántico o donde el Gobierno lo requiera. “Nos hace falta equipos de espalda para atender incendios forestales, mejores vehículos para ser la primera respuesta en todo el departamento”, expresó el director.
Ante la alerta naranja emitida por el Servicio Geológico Colombiano sobre la actividad sísmica del Volcán Nevado del Ruiz, el Atlántico tiene preparado un grupo de primera respuesta disponible para desplazarse hasta la cordillera Central, entre los departamentos de Tolima y Caldas.
“Yo ya tengo 15 voluntarios expertos en búsqueda y rescate, en primera instancia. Pero en caso de necesitar más personal, tenemos disponibles hasta 60. Los vehículos están listos, el personal ya está capacitado, todos son técnicos en búsqueda y rescate. Lo conforman personas de los municipios de Usiacurí, Suan, Sabanalarga y de la ciudad de Barranquilla”, agregó Rodríguez.
“En plena pandemia, estábamos entregando ayudas a las poblaciones vulnerables y uno de los voluntarios se me acercó y me dijo: “Mayor, ¿usted podría regalarme un mercado para llevar a mi casa? Allá no tenemos qué comer.” Lo hacen por pasión, es un trabajo silencioso pues actualmente no cuentan con ningún tipo de retribución.