
Así se desmanteló fábrica de licor “chimbo” en La Pradera
En Barranquilla, la semana pasada, fue desarticulada una fábrica artesanal donde preparaban y embotellaban licor adulterado y lo distribuían en municipios del Atlántico, Bolívar, Cesar.
Quizá hay quien con solo olerlo logra detectarlo. Otros al darse un sorbo lo descubrirán, pero muchos tal vez ni se enterarán. Pero sin lugar de dudar el licor adulterado o chimbo, como normalmente se le llama, y que es vendido normalmente en tiendas y estancos populares, es peligrosamente distinto.
El trago chimbo tiene detalles que nos pueden anunciar que lo que estamos adquiriendo es de dudosa procedencia. Por ejemplo, a veces cambia de color, conserva partículas externas producto de las condiciones con la que lo envasan, y si se mete al congelador podría volverse hielo.
En Barranquilla desmantelaron la semana pasada una fábrica artesanal donde fabricaban este licor y lo distribuían en municipios del Atlántico, Bolívar, Cesar y en el municipio de Ocaña, en Norte de Santander.
Pero lo que llamó poderosamente la atención de las unidades de investigación de la Policía del Departamento Atlántico, Deata, es que a pesar de la clandestinidad, la calidad del producto no tenía nada que envidiarle a un trago hecho legalmente, según explicaron.
En el lugar, que por fuera no era más que una bodega como muchas ubicadas en el barrio La Pradera, en el sur occidente de Barranquilla, las autoridades hallaron una modesta planta de fabricación del conocido aperitivo Cocoanís, y aunque si bien no eran las condiciones más salubres, los materiales utilizados no eran como los vistos en otros allanamientos.
Entre los elementos incautados figuran: 3.090 botellas tipo panchita del citado aperitivo; 1.180 botellas de 2.000 ml de vinagre; 10.000 botellas vacías de diferentes tamaños; 23.200 tapas de botellas; 5.600 cajas vacías de 1.000 ml del aperitivo; 6 cajas completas de 1.000 ml de aperitivo; 7.000 logotipos; 20.000 estampillas; 1.000 logos de aperitivo Killa Ligth, todo aparentemente, original.
De igual manera las autoridades encontraron dos cajas de filtro destilador redondo, cuatro cajas de filtro destilador cuadrado, dos pimpinas de 1.000 litros con vino, tres pimpinas de cinco litros de anís, un tanque plástico con 2.000 litros de licor adulterado, un tanque plástico de 5.000 litros de alcohol, un tanque plástico de 5.000 litros de añejador, un destilador y embazador industrial, así como una caneca de 5 litros de oxidante.
En un tanque de mil litros estaba toda la mezcla hecha, el cual tenía un tubo que salía de la parte inferior, el cual a su vez conectaba con una máquina que tenía 10 boquillas que permitía llenar de a 10 botellas de una vez.
Asimismo, había otra máquina de la que salían cerca de 30 tubos que expulsaban agua a presión y servía para lavar las botellas, las cuales, según la indagación, eran recicladas de las calles.
En esta operación, dos hombres de nacionalidad venezolana, identificados como Carlos Eduardo López Márquez y Yucein Rincón Bravo, que de acuerdo a sus declaraciones, tenían dos semanas de estar “cuidando” en la bodega, fueron capturados.

Los delataron
La información de una fábrica que desde la clandestinidad estaba fabricando licores adulterados llegó a oídos del Deata, mediante un informante.
Desde hace seis meses, de la bodega ubicada en la en la carrera 16B No. 128-71, en La Pradera, salían y entraban camiones a cualquier hora del día, nadie en la zona sospechaba que algo turbio pudiera estar ocurriendo dentro.
Una vez realizadas las respectivas labores de verificación de la información se dio inicio a la investigación que tomó aproximadamente un mes y medio de seguimiento y cuyo resultado final fue el allanamiento adelantado el pasado 12 de diciembre.
Los agentes de la Sijin del Deata establecieron que las personas encargadas de la logística de llevar el licor a los diferentes municipios, tenían una estrategia para evitar ser descubiertos en los acostumbrados retenes policiales en carretera.
Al fondo del camión eran organizadas las cajas con las panchitas o los tetrapacks, y en la parte de adelante iban cajas con botellas de vinagre para que en caso de encontrarse un puesto de control, las autoridades creyeran que toda la carga era simplemente eso, vinagre.
De hecho, al interior de la fábrica clandestina también se encontraron cajas y botellas de vinagre.
La investigación señala que esta fábrica vendía en promedio hasta 200 cajas del aperitivo en las diferentes poblaciones. Cada caja contenía 24 botellas panchitas de la bebida y era vendida en 210 mil pesos, es decir, que por la venta de esas 200 cajas, recaudaban 42 millones de pesos por día, para mantener el negocio y para enriquecer sus propios bolsillos.
Pero lo cierto de todo esto es que hasta el momento no se tiene claridad de quién o quiénes son los ‘peces gordos’ detrás de esta fábrica ilegal, porque la intriga principal para la autoridades es la ‘calidad’ con la que este licor era fabricado, además de su apariencia, lo cual los lleva a sospechar que son manos expertas las que están dentro del negocio.

Extinción de dominio
En marzo de este año y tras un año de investigación, la Policía Judicial, Dijín, en coordinación con la Fiscalía, capturó por evasión fiscal, corrupción de alimentos, usurpación de derechos de propiedad industrial, cohecho por dar u ofrecer y concierto para delinquir a 14 personas, entre ellas, las cabezas directivas de tres empresas de licores, fabricantes de los productos denominados Gota Azul, Currambero y el popular Cocoanís.
En esa ocasión se determinó que, al parecer y de acuerdo a los exámenes adelantados por el Invima y de la Secretaría de Salud, estas empresas habían superado el grado de alcohol de los límites establecidos para los aperitivos.
Vinos y Aperitivos de la Costa, cuyo producto estrella era el Cocoanís, y Licores y Aperitivos del Caribe, fueron sometidas a extinción de dominio inmediatamente tras la investigación, según lo informó el entonces director de la Dijín, general Ricardo Londoño Portela, mientras que los directivos capturados algunos no aceptaron cargos y fueron cobijados con casa por cárcel, mientras que los que sí los aceptaron fueron dejados en libertad pero continúan vinculados a la investigación.
El pasado 18 de noviembre fueron capturados 10 hombres y mujeres, en el barrio Las Nieves, señalados de hacer parte de una red de tráfico de licor adulterado en Barranquilla; esto luego de que fueran detenidos por la Dijín (Dirección de Investigación Criminal e Interpol) de la Policía, en coordinación con la Fiscalía General de la Nación.
Las aprehensiones, según informó la Fiscalía, fueron el resultado de 14 allanamientos realizados para dar cumplimiento a las órdenes de captura emitidas por un juez de la República, luego de al menos un año y medio de investigación.
Tales indagaciones, además de permitir la desmantelación de la supuesta banda de delincuentes, dieron luces en cuanto al modus operandi de las redes de tráfico de licor.