Un candado grueso que muy pocas veces quita de la reja que envuelve la terraza de la casa del piso al techo, es la única cosa que mantiene 'medio tranquila' a Lucelis Arraut Lobo, 57 años, la tendera que sobrevivió a dos puñaladas que hace tres años le infligió alias ‘Randy’, el adolescente de 17 años que esta semana confesó haber asesinado a la pequeña María José Ortega Ballestas, de 6 años.
Lucy, como la llaman todos en el barrio Sourdis, reconoce que el ataque le dejó secuelas físicas y psicologícas graves e irreversibles. En la espalda lleva las cicatrices de las puñaladas que le pegó ‘Randy’, una fue profunda y le perforó un pulmón. 'A veces siento que me ahogo cuando habló mucho y cuando camino no puedo respirar bien', explicó la mujer natural de Caucasia (Antioquia), sentada en la terraza de su casa.
Lucy agregó que el miedo nunca se fue y tras lo ocurrido prácticamente nunca sale de la casa y despacha a través de la reja. Ni siquiera para hablar con EL HERALDO accedió a abrir la puerta de su residencia, la entrevista se hizo a través de la reja.