La Fundación Bancosta, el único banco de córneas disponible para Barranquilla y otras cuatro capitales de la Región Caribe, tiene una investigación del Instituto Nacional de Salud (INS) por trasplantes que habría hecho a 6 extranjeros, pese a que había pacientes colombianos en espera.
Bancosta es la misma entidad que extrajo los tejidos oculares al cadáver de Edwin Medina Bonet, el niño que hace un mes murió en el municipio de Palmar de Varela (Atlántico) en circunstancias que las autoridades no han esclarecido.
El caso del pequeño, de 12 años, se conoció por la denuncia de su mamá Nayibe Bonett Peralta, quien el 6 de octubre pasado dijo a EL HERALDO que la extracción de los tejidos se realizó sin autorización suya o de algún pariente.
'Jamás recibí la llamada de alguien pidiéndome las córneas de mi hijo; nunca hablé con alguien, ni firmé ningún documento', aseguró.
Otro caso
En el seguimiento sobre cómo le practicaron el procedimiento a Edwin, EL HERALDO conoció detalles de las pesquisas administrativas a la fundación y un caso similar acontecido en mayo de 2013 en Barranquilla.
Sentado en la sala de su casa, ubicada en el corregimiento La Playa, Rafael Juliao Polo contó lo sucedido con su hija Maryelis Vanessa, una adolescente que el 15 de mayo de 2013 se suicidó.
Durante la entrevista, Juliao miró una y otra vez la foto tomada al cadáver y su conclusión no varió: aseguró que, sin su consentimiento, en Medicina Legal le extrajeron las córneas y le quitaron el cabello a la menor de 14 años.
'Destapamos el cajón y nos dimos cuenta de que no era su cabello, era una peluca (negra); después le miramos los ojos y tampoco eran normales, los tenía pegados', recordó el hombre, de 64 años y dedicado al mototaxismo. 'Después le destapamos las piernas y en ambas tenía rajas. Le pusieron como yeso'.
El decreto 2493
La queja de Bonett sembró dudas sobre la política pública de donación y trasplantes en el país, y en especial de cómo se hizo el procedimiento practicado a su hijo.
Durante el mes transcurrido después de esta denuncia, EL HERALDO buscó respuestas con la mayoría de autoridades competentes en el tema: secretarías de Salud Departamental y Distrital, la coordinación regional de la Red de Donación y Trasplantes, la Fundación Bancosta, el Instituto Nacional de Salud (INS) y Medicina Legal.
Los primeros interrogantes surgieron sobre la normativa actual, pues entre las disposiciones vigentes se considera que el ‘corazón’ reglamentario del programa es el Decreto 2493 de 2004.
'Tiene por objeto regular la obtención, donación, preservación, almacenamiento, transporte, destino y disposición final de componentes anatómicos y los procedimientos de trasplante o implante de los mismos en seres humanos', dice el artículo primero.
Cristian Nájera Cabarcas, coordinador regional de la Red, explicó que hay tres clases de donante: paciente con muerte encefálica, el familiar vivo que autentica por escrito su consentimiento ante una notaría y la IPS trasplantadora, y los cadáveres en Medicina Legal, que se rige por la Ley 73 de 1988 y el Decreto 2493.
La autoridad forense solo está facultada para permitir el rescate de tejidos, nunca de órganos, y bajo esta premisa se realizó la intervención al cuerpo del niño. Tampoco puede realizar extracciones. Para ello da la autorización a funcionarios de los bancos de tejidos.
Antes del caso Edwin
La intervención a Edwin Medina fue practicada por la Fundación Bancosta, el único banco de córneas en la regional cinco de la Red. De esta dependen cinco de los siete departamentos costeños: Atlántico, Magdalena, Bolívar, Sucre y La Guajira.
Angélica Castro Buelvas, representante de garantía de calidad de Bancosta, informó que el proceso comenzó el lunes 5 de octubre, a las 7 a.m., después de que un perito forense autorizó el abordaje o la búsqueda de familiares del niño.
'Es cuando se empiezan los videos de llamado a familiares', dijo en una entrevista en una oficina de la Clínica Carriazo, en el norte de esta ciudad. También estuvo presente César Carriazo Escaf, quien según certificados de Cámara de Comercio es miembro de la junta directiva de la IPS, y además fundador y presidente de la Fundación Bancosta; al igual que Aury Gómez Vergel, gerente de la clínica.
En la única comunicación lograda por teléfono con Carlos Valdés Moreno, director de Medicina Legal, este aseguró el 7 de octubre que el forense en turno detectó los tejidos en condiciones para donación. Un asistente fue por familiares, se hicieron dos llamados a las 7 y 7:58 de la mañana, pero no hubo respuesta. 'Autorizó el rescate, ya que si se esperaba más tiempo este se podría'.
Estos procedimientos fueron cuestionados, en su momento, por la Defensoría del Pueblo en medio del escándalo desatado por la denuncia de Nayibe Bonett. Las mismas generaron dudas sobre la extracción de las córneas de Edwin y también se desató una serie de sospechas.
A este diario llegaron además informaciones que daban cuenta de posibles irregularidades con trasplantes de personas de otros países.
En su indagación EL HERALDO conoció que, en efecto, el Instituto Nacional de Salud (INS) ordenó investigar el posible trasplante de córneas a extranjeros entre 2010 y 2011, siendo que este tipo de procedimientos está prohibido por el mencionado Decreto, mientras en Colombia existan pacientes nacionales en espera. Las investigaciones son contra la Clínica Carriazo y Bancosta (ver 'Cometimos errores').

En investigación
El oftalmólogo César Carriazo dice que los investigaron, que rindieron sus descargos y los multaron, pero fuentes consultadas dijeron que Bancosta sigue investigado.
Las pesquisas se iniciaron por una denuncia anónima allegada el 23 de diciembre de 2013 al INS. Un presunto paciente de la EPS Coomeva informó las vicisitudes que vivió en la espera de un trasplante de córnea, entregó copia de una historia clínica de una extranjera y lamentó que se haya preferido a esa persona antes que salvar el ojo de un colombiano que necesitaba dicho tejido, como en su caso.
La historia clínica figura a nombre de Criselda Welvaart, de 77 años, ama de casa de Curacao, operada el 4 de abril de 2010.
En inspecciones realizadas a la Clínica Carriazo, funcionarios del INS y del Invima detectaron no uno, sino seis casos de extranjeros operados. Uno de esos sería Rosalino Cruger.
Después de una notificación de 2014, la regional de Trasplantes y Donación confirmó dichos hallazgos. Estos resultados fueron informados este año a la Secretaría de Salud Distrital, mediante dos oficios, 'teniendo en cuenta las competencias como autoridad Distrital encargada de inspeccionar (…)'.
La primera comunicación de la Secretaría de Salud del Atlántico tiene fecha del 28 de enero pasado. Y la segunda es del 16 de febrero, enviada por el Instituto Nacional de Salud. El asunto tiene que ver con la queja por 'prestación de servicio de trasplante de córneas a extranjeros no residentes, sin el cumplimiento de requisitos'.
Al tratar de conocer en qué va esta investigación, la secretaria de Salud Distrital, Alma Solano, respondió el viernes pasado un mensaje electrónico señalando que '(...) no tengo nada remitido' de la secretaría de Salud del Atlántico y señaló que 'tengo una denuncia anónima de un caso similar, pero no tengo ningún nombre de paciente', en referencia al caso de Criselda Welvaart.
Este diario también conoció que en manos de las autoridades departamentales hay tres nuevos anónimos de historias clínicas de extranjeros, de Curacao, que habrían sido trasplantados en 2014.
Expertos del sector salud nacional indicaron que a una EPS nacional pueden cobrarle de 5 a 8 millones de pesos por trasplante de un paciente.
Y fuentes del gremio oftalmológico explicaron que 'un paciente particular internacional' puede pagar más de $12 millones por un paquete que incluye derechos de sala y anestesia, el tejido corneal, insumos quirúrgicos, los honorarios al cirujano y, en algunos casos, los controles postoperatorios.
El asunto con los extranjeros es delicado, como lo prevé la ley, teniendo en cuenta que las listas de espera de colombianos han ido incrementándose: 2013 cerró con 642 pacientes que necesitan una córnea y el año pasado, con 1.866.
Las condiciones del Decreto 2493 son claras: solo permite que foráneos se beneficien, antes que locales, 'siempre y cuando' no haya receptores nacionales o extranjeros residentes en listas nacionales de espera.
Para ello, las IPS trasplantadoras deben solicitar una certificación a la coordinación de su regional de la Red, de que no existen pacientes locales aguardando, o que no hay 'las condiciones logísticas para trasladar de una región a otra' al tejido o al receptor.
¿Y las córneas de Edwin?
Angélica Castro manifestó que Bancosta 'ya cumplió con su función de distribución'. Esto lo dijo pocos días después de conocerse el caso de Edwin Medina. Carriazo, por su parte, dijo que 'las córneas ya no están en Bancosta'.
De acuerdo con el Decreto 2493, entidades como Bancosta deben informar dentro de los primeros 5 días hábiles de cada mes, su actividad de los 30 días anteriores: cuántas córneas recuperó el mes anterior, cuántas distribuyó y a qué clínicas autorizadas para trasplantar las entregó.
Nájera explicó que en los reportes no les informan a qué pacientes le retiran tejidos, ni a quiénes se los implantan. Es decir, el Decreto 2493 deja una política pública en manos de privados porque la regional no puede verificar la información sobre la cantidad de rescates e implantes. 'Tenemos que confiar de buena fe', aceptó.
Sobre las córneas del niño no fue posible establecer con certeza a qué IPS fueron distribuidas por Bancosta. Castro justificó que no podía revelar más detalles porque el 2493 establece una 'confidencialidad' sobre la información del donante, el receptor y el proceso.
'Estos procedimientos deben ser más transparentes y permitir que las autoridades de salud conozcan la trazabilidad de la extracción e implantación de los tejidos. Este es un proceso delicado', cuestionó una alta fuente del gobierno departamental.
Por solicitud del abogado José Humberto Torres, apoderado de la familia del pequeño Edwin, la Dirección seccional de Fiscalías se comprometió a trasladar a un despacho de Barranquilla la investigación por la extracción no autorizada de la córneas en Medicina Legal.
'No estamos satisfechos'
Ante la denuncia de los padres de Maryelis y la necesidad que expresaron de conocer qué sucedió con el cadáver de su hija en Medicina Legal, este diario logró que Rafael Juliao fuera atendido en la institución, pero a los reporteros que lo acompañaban no les permitieron el ingreso.
'Nosotros no quedamos satisfechos', dijeron el papá y la mamá de la joven, al salir de la sede forense en Barranquilla. Explicaron que les presentaron un video en el que se veía la necropsia al cadáver de la adolescente. 'Pero estaba incompleto', se quejó Juliao.
Yudis Vergara, madre de la joven, contó que 'fue doloroso ver estas imágenes' y también se quejó de que 'no estaban completas'. Señalaron que solo se veía parte del procedimiento con el cuerpo bocabajo y no lo realizado en sus ojos y en su cabello.
'Por eso insistimos en que íbamos a presentar una denuncia y nos extrañó que un funcionario, que se identificó como abogado, preguntará el interés de remover ahora el caso de mi hija. Les contestamos que nuestras inquietudes surgieron por lo del niño de Palmar', dijo Rafael Juliao. También les incomodó que funcionarios de Medicina Legal les dijeran que un proceso penal de este tipo es costoso. EL HERALDO quiso contrastar estas denuncias, pero el organismo no respondió las llamadas.
Criterios de distribución
Cristian Nájera, coordinador regional de Donación y Trasplantes, indicó que los bancos se inscriben ante el Invima basados en requisitos higiénicos y sanitarios, al igual que las clínicas o IPS.
Para córneas, Bancosta es el único de esta regional y las IPS trasplantadoras del tejido en esta zona del país son Clínica Oftalmológica del Caribe, Visión del Norte, Clínica Carriazo, Yépez Porto, Láser ocular y Ocucentro, ubicadas en Barranquilla; Clínica de Ojos, en el municipio de Sabanalarga, y dos más en Cartagena.
La distribución de tejidos depende de las listas de espera que cada IPS envía a Bancosta, que es el que reparte los tejidos. 'Hay criterios de antigüedad, edad, compatibilidad. En córneas existe la ‘urgencia cero’: si hay 100 pacientes en lista, pero uno que no está de primero es reportado con una infección del globo ocular que puede generarle un proceso de infección cerebral, salta al primer puesto por tener una condición que lo pone en riesgo de pérdida inminente de su vida', expuso Nájera.